La Habana, 10 ene (EFE).- Los apagones afectarán el 4 % de Cuba en el horario de la tarde-noche de este martes, según las estimaciones de la compañía estatal Unión Eléctrica (UNE).
Las interrupciones en el servicio eléctrico se redujeron en diciembre, luego de la crisis energética que por varios meses impactó negativamente la vida económica y social del país.
Cuba cerró el año pasado -y comenzó éste- sin cortes «programados» en el suministro de electricidad, a diferencia de la mayor parte de 2022 cuando los apagones superaron las 10 horas diarias.
Sin embargo, han regresado en estos últimos días aunque sin alcanzar las altas cifras de afectación del año pasado.
La compañía estatal prevé para el horario pico una capacidad de generación eléctrica de 2.602 megavatios (MW), una demanda máxima de 2.650 MW.
El déficit- la diferencia entre oferta y demanda- será de 48 MW y la afectación -lo que se desconectará realmente para afrontar el déficit- será de 118 MW.
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, declaró a medios locales recientemente que prevén interrupciones entre enero y abril, pero «más breves» y responderán a mantenimientos en las centrales termoeléctricas de cara a los meses de verano cuando aumenta la demanda.
Las jornadas sin apagones en la isla coincidieron con el descenso de las temperaturas, en consecuencia, en el consumo (los hogares dejan de usar aires acondicionados y ventiladores).
Las autoridades cubanas atribuyen la crisis energética en el país a las roturas y fallos en las -obsoletas y con déficit de inversión- plantas termoeléctricas, la escasez de combustible y los mantenimientos programados.
La mayoría de las ocho centrales terrestres de Cuba opera con más de 40 años de explotación, cuando la edad media es de 30 años.
Los cortes en el suministro eléctrico han afectado durante todo 2022 la actividad económica y la vida de los cubanos, lo que generó descontento social y protestas.