Buenos Aires, 15 jul (EFE).- Un grupo de trabajadores de la cultura reclamaron este miércoles en una protesta en Buenos Aires la aprobación de un «salario de emergencia» que cubra a todos los empleados en el sector para compensar la falta de trabajo durante la pandemia.
La actriz del colectivo Actuemos Melania Buero definió en declaraciones a Efe como «crítica» la situación del sector y, por ello, reclamó que se declare la emergencia cultural en el país y se apruebe un subsidio de 30.000 pesos (400 dólares al cambio oficial), que proponen que sea financiado con un impuesto a las plataformas digitales.
El director teatral Andrés Mangone consideró que esta ayuda debe ser retroactiva para que cubra también todo el periodo que los trabajadores culturales llevan sin poder ejercer su profesión, un lapso de tiempo que en Buenos Aires supera el centenar de días debido a las medidas de confinamiento por la pandemia del coronavirus.
Para hacer llegar sus reclamos al Gobierno, los manifestantes se reunieron frente al Congreso, donde entregaron firmas recogidas para apoyar las demandas antes mencionadas y un impuesto a las grandes fortunas.
Tras esto, comenzaron una «caravana» cuyo destino final fue el Centro Cultural Kirchner (CCK), uno de los puntos neurálgicos del arte en la capital argentina y, a cuya entrada, los manifestantes realizaron varias exhibiciones artísticas.
Así, algunos entonaron cantos de ópera, un ritmo suave que contrastó con las guitarras del rock del grupo Las Manos de Filippi. El cantante de este grupo, Hernán «El Cabra», dijo que ningún Ministerio se ha reunido con el colectivo para escuchar sus demandas.
Además, el dramaturgo Mangone calificó de «casi una provocación» las medidas anunciadas por el Gobierno, que esta semana puso un marcha unas becas de hasta 30.000 pesos (400 dólares) respaldadas por un fondo de un total 450 millones de pesos (6 millones de dólares) para ayudar al sector.
“No es momento para concursar porque estamos hablando de una situación extrema, del alimento, de la supervivencia, no se trata acá de una competencia entre los trabajos, sino de una situación muy elemental”, critica Mangone, quien cree que las ayudas tienen que llegar a todos los trabajadores de la cultura y no solo a los que compitan por una de las becas del Gobierno.
