Ciudad de México, 11 oct (EFE).- El Gobierno mexicano publicó este miércoles un decreto con incentivos fiscales de hasta 89 % para las compañías que instalen su producción en el país en medio de la relocalización de cadenas de valor o «nearshoring».
«El Gobierno de México emite hoy un decreto para impulsar las inversiones por el fenómeno del ‘nearshoring’. Este decreto establece incentivos fiscales para empresas que deseen reubicarse en cualquier parte de México», expuso el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, en sus redes sociales.
Los incentivos fiscales, que contemplan deducciones de impuestos desde un 56 % a un 89 % en inversiones hechas en 2023 y 2024, están destinadas a compañías que se dediquen tanto a la producción como a la exportación de 10 rubros.
Las áreas contempladas en el decreto son componentes electrónicos, semiconductores, baterías, motores, equipo eléctrico o electrónico, fertilizantes, farmacéutica, agroindustria, instrumentos médicos y cinematografía, según detalló Yorio.
«Estos incentivos están disponibles en todos los estados y municipios del país, ampliando la ventana de oportunidad por un año para las empresas interesadas», añadió el subsecretario de Hacienda.
Las deducciones de impuestos varían según el tipo de bien, con los niveles más altos, de 89 %, para dados, troqueles, moldes, matrices y herramental, y para maquinaria y equipo destinados directamente a la investigación de nuevos productos o desarrollo de tecnología en el país.
«Además, se garantiza una deducción adicional del 25 % durante tres años para gastos de capacitación de trabajadores, enfocándose en el desarrollo del capital humano», precisó Yorio.
El «nearshoring» es un fenómeno que se intensificó tras la pandemia de la covid-19 en el que empresas reubican sus cadenas de producción desde otras regiones, en particular de Asia, para acercarlas a donde están sus principales mercados de consumo, como Estados Unidos.
Bancos e instituciones financieras coinciden en que México es uno de los más beneficiados, por su cercanía con Estados Unidos y la guerra comercial de ese país con China.
Una estimación del Consejo de Empresas Globales (Ceeg) prevé que México podría añadir a su producto interior bruto (PIB) hasta 2,5 % en los próximos seis años por el «nearshoring» y alcanzar niveles de inversión extranjera directa (IED) de hasta 50.000 millones de dólares solo por este fenómeno.