Ciudad de México, 16 mar (EFE).- La polémica reforma eléctrica propuesta por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que busca limitar al 46 % la participación privada en generación para favorecer a la estatal Comisión Federal de Electricidad CFE, «en los términos que está presentada, no tiene viabilidad», dijo este miércoles el opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En el «Foro nacional de transición energética. Futuro energético de México», celebrado en el Estado de México, el coordinador del Grupo Parlamentario del PRI, Rubén Moreira, dijo ante ello a la bancada del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), de López Obrador, que «le toca hacer una nueva propuesta».
Moreira indicó que la propuesta del Gobierno federal sobre esta materia «no va acompañada por leyes secundarias, es una lista de buenos deseos que muestra imprecisión en temas como el de la nacionalización de la industria, la minería del litio y otros minerales estratégicos».
Además, destacó que su partido, el PRI «nunca va a votar en contra de los intereses de la ciudadanía». «Queremos energía barata, soberana, limpia, verde, bien distribuida, desde quien la puede tener gracias al suministro eléctrico de una compañía, al que la pueda recibir por celdas solares, esa es nuestra propuesta», dijo.
El político señaló que los grupos parlamentarios del PRI y de los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) determinaron hacer algunas puntualizaciones y presentarlas pronto ante los ciudadanos, lo cual podría ocurrir en el mes de abril.
Moreira dijo que en la Constitución mexicana «tiene que quedar la transición energética, pero no sometida a una compañía (CFE), que es como viene ahora».
Hace cinco días, Moreira, también presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados, indicó que la reforma eléctrica había entrado en una prórroga para discutirse en el pleno del Congreso debido a que no hay acuerdos todavía entre las diferentes fuerzas políticas.
La polémica iniciativa de reforma del presidente López Obrador, que se encuentra pendiente de discusión para su aprobación en el pleno del Congreso, busca limitar al 46 % la participación privada en generación eléctrica para favorecer a la Comisión Federal de Electricidad CFE, empresa del Estado, acusada de tener algunas plantas contaminantes y obsoletas.
La reforma, que también propone la nacionalización del litio, se enmarca dentro de la promesa de fortalecer las estatales CFE y Petróleos Mexicanos (Pemex).
