Santo Domingo, 9 feb (EFE).- El Gobierno dominicano lanzó este martes el proceso de licitación pública internacional para la concesión de frecuencias radioeléctricas de las bandas de 700 MHz y 3.5 GHz, con miras a impulsar la tecnología de quinta generación (5G) y demás servicios de telecomunicaciones.
La presentación de las propuestas técnica y económica se realizará en junio, la adjudicación de las frecuencias se anunciará en agosto y un mes después se firmarán los contratos, de acuerdo con un comunicado del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel).
Las empresas participantes en el proceso de licitación podrán hacer ofertas por múltiples cantidades de espectro en cada banda y se compararán las propuestas con mayor precio por MHz por año.
Todo adjudicatario «cumplirá con un despliegue de infraestructura de tal forma que los nuevos sistemas y redes a instalar logren un mínimo de cobertura en el territorio nacional al término de cinco años», explicó el presidente dominicano, Luis Abinader, en el acto de presentación de la licitación.
La tecnología de quinta generación «significa abrir las puertas a un mundo digital de infinitas posibilidades para cada uno de los hombres y mujeres de la República Dominicana en donde las velocidades de navegación podrán ser hasta cien veces más rápidas y la latencia será mínima», afirmó el gobernante.
«Vivir sin conexión significa estar aislado» porque «la brecha digital profundiza la brecha económica, la brecha social y de oportunidades», agregó Abinader en el acto en el Palacio Nacional.
Asimismo, aseguró, que la implementación de la televisión digital en el país «será una realidad», para lo que el Gobierno invertirá 30 millones de dólares, lo que permitirá «que los dominicanos de escasos recursos puedan tener acceso a las señales televisivas de manera gratuita y con calidad digital».
Actualmente, las empresas con una mayor presencia en el mercado dominicano son la mexicana Claro, la holandesa Altice y la dominicana Viva.
El pasado noviembre, el Gobierno dominicano se sumó a la iniciativa estadounidense Red Limpia, que implica un veto a compañías chinas como proveedores de tecnología 5G.
