El informe sobre la situación del sector forestal-maderero elaborado por Al Invest Verde muestra que el mercado de la Unión Europea viene perdiendo participación relativa, pasando de un 22% en 2013 al 12,4% de las exportaciones en 2023.
No obstante, también hubo un incremento notorio de las exportaciones hacia los países europeos que no pertenecen a la UE y aquellos del Medio Oriente. «En este caso, la participación de estos dos grupos de países se ha incrementado de 6,3% del total en 2013 a 8,9 en 2023, en el primer caso, y de 2,8 en 2013 a 7,7% en 2023 en el segundo caso», refiere el reporte.
En el informe, que recoge a su vez datos del Banco Central del Paraguay (BCP), se observa como el papel fue uno de los productos que experimentó el crecimiento más fuerte en términos de exportación (289,7%). En cifras nominales, los ingresos por los envíos pasaron de USD 16,6 millones en 2013 a USD 65,7 millones en 2023.
El segundo producto más exportado es el carbón vegetal, que pasó de mover USD 35,5 millones en 2013 a USD 53 millones en 2023. Una dinámica contraria se observó en la exportación de madera en bruto, aserrada, contrachapada, perfilada, que reportaron cifras muy mínimas de crecimiento y en casos incluso números mucho menores de hace 10 años.
¿QUÉ FACTORES INFLUYEN?
En su análisis, Al Invest menciona que en la cadena productiva de Paraguay no existen grandes industrias desarrolladas para el uso de madera sólida. Puntualmente, cita que «todos los actores identificables están en el rango de MiPymes».
Sumado a este escenario, otro factor en contra es la producción de baja calidad y la obsolescencia de los equipos. La combinación de estos escenarios repercute en los rendimientos y, por ende, deriva en una baja rentabilidad y competitividad del sector.
«En lo que respecta al eslabón de segunda transformación, son pocas las empresas existentes: han sido identificadas 4 o 5 empresas, y luego pequeñas carpinterías todas apuntando al mercado local», señalan.
