En la presentación del informe denominado “Consecuencias de la COVID-19: ¿Qué sucedió en América Latina?”, el Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó que a pesar de la llegada relativamente tardía del COVID-19 a los países de América Latina -en comparación con los de Europa Occidental y Estados Unidos-, el número oficial de víctimas por millón de habitantes es ahora similar para ambos casos.
De esta manera se vieron evidenciadas las falencias que sigue teniendo la región y su falta de una capacidad para responder a choques externos, con respecto al mundo desarrollado.
En este sentido, otro de los puntos resaltados por el FMI fue el hecho de que la población latinoamericana es mucho más joven, y de todos modos el impacto del virus fue también mayor en términos relativos.
Concretamente, el pasado 21 de mayo la Organización Panamericana de la Salud (OPS) informaba que la región ya superaba el millón de decesos a causa de la enfermedad. Mientras Europa y Estados Unidos ya discuten el modo de vida “post-pandemia”, en Latam y el Caribe los picos de contagio todavía se encuentran en un punto muy álgido.
Incluso, según el FMI, las cifras oficiales de víctimas de la región podrían no ser precisos, ya que el “exceso de fallecimientos” -una medida de cuántas personas más están falleciendo con respecto a un año normal- sugiere que la cantidad real de víctimas en nuestra región se encuentra muy por encima de las cifras oficiales.
“Perú es un buen ejemplo. Su registro oficial de víctimas prácticamente se triplicó tras una revisión reciente de sus registros médicos en vista de la enorme discrepancia entre el exceso de muertes y las muertes oficiales”, apunta el Fondo Monetario con respecto a este asunto, de manera a que la situación real de nuestra región podría ser aún peor de lo que se cree.
El hecho de que los países de América Latina y el Caribe se vieran afectados de manera tardía dio tiempo para la planeación de los confinamientos antes de que se propagara el virus.
De hecho, en el informe se recuerda que los confinamientos se dieron de manera rigurosa y la disminución de la movilidad en la región en el segundo trimestre del 2020 se situó entre las más altas del mundo.
Esto tuvo un fuerte impacto en la actividad económica y, ya en abril, la actividad económica de la región había caído 20% con respecto a la del año anterior, además de continuar con los contagios masivos que no pararon y, de hecho, continúan hasta el momento.
Si bien la cantidad de nuevos enfermos se desaceleró en ese periodo, la cantidad de víctimas fatales no se redujo, llegando a sus picos máximos a principios del 2021. Por el contrario, en Estados Unidos y Europa Occidental, los fallecimientos diarios cayeron rápidamente durante el segundo trimestre del año pasado.
Motivos
Para intentar una explicación de los motivos por los cuales se generó este contraste, el FMI apuntó a los altos niveles de informalidad y los bajos niveles de capacidad institucional de la región, ya que cuanto mayor es el nivel de informalidad, menor es el impacto de los confinamientos en las tasas de crecimiento de fallecidos.
Claramente en Paraguay, así como en otros países de la región, la gran informalidad en la economía no permitió que las ayudas gubernamentales pudieran llegar efectivamente. Esto obligó a muchas personas y familias a salir a buscar su sustento, a pesar de las restricciones de movimiento impuestas por el Gobierno para buscar una mitigación del impacto del virus.
“Los confinamientos generaron mejores resultados en países con mediciones más altas de eficacia de gobierno, posiblemente porque ésta es un barómetro de la calidad del sistema de salud”, explica el organismo multilateral.
Además, otra explicación del documento tiene relación con el momento en que se llevan a cabo los confinamientos, ya que pueden ser poco efectivos cuando se llevan a cabo demasiado pronto.
Esto significa que, si una cuarentena se establece de manera prematura, la cantidad de infectados es muy poca y, por ende, la población susceptible a la enfermedad es todavía muy grande como para que la medida pueda funcionar de manera efectiva.
En paralelo, las políticas de flexibilización de los gobiernos llevaron a un incremento de la movilidad en la medida que los casos aumentaban, lo que empeoró la situación todavía más. Se usa como ejemplo que Europa Occidental también vio un aumento de la movilidad en el tercer trimestre de 2020, pero cuando el registro de nuevos casos había caído a niveles bajos.
Por último, se reafirma que una efectiva campaña de vacunación será un factor decisivo para el futuro, ya que los países más expuestos al riesgo de un súbito aumento de casos son aquellos donde todavía existe una alta tasa de población susceptible, como es el caso de Paraguay.