Los programas técnicos de educación superior pueden ser una herramienta sumamente eficaz en momentos de crisis como la actual pandemia de COVID-19, en que millones de personas en los países de América Latina y el Caribe necesitan entrenamiento laboral y adquirir nuevas habilidades para insertarse de manera urgente en el mercado formal de trabajo.
Esto señala un nuevo informe del Banco Mundial (BM), denominado “La vía rápida hacia nuevas competencias: programas cortos de educación superior de América Latina y el Caribe”.
El organismo internacional sostiene que el aporte de las tecnicaturas o carreras terciarias, usualmente de dos o tres años de duración y orientadas al mercado de trabajo, podría ser de gran ayuda en la generación de empleo ya que ofrecen salidas laborales relativamente rápidas y bien remuneradas.
El Banco Mundial señala que, por este motivo, los países de la región deberían promover la expansión y mejor calidad de estos programas, a fin de beneficiar a un mayor número de personas y contribuir a generar rápidamente el capital humano necesario para la recuperación económica y el crecimiento.
Agrega que para favorecer el crecimiento de los programas técnicos y una mejor calidad en su oferta educativa, será crucial implementar las políticas apropiadas. Esto permitirá a las carreras terciarias alcanzar su pleno potencial.
El citado organismo internacional cita que se podría brindar mayor información respecto a estas carreras, los resultados, costos y beneficios. Además, que las instituciones podrían llevar adelante programas que busquen cubrir las necesidades tanto de los individuos como de las empresas y de la economía en su conjunto.
Beneficios de los programas de ciclo corto (PCC)
El Banco Mundial detalla en su informe que los beneficios salariales de las carreras de corta duración son evidentes y que si bien los graduados de programas técnicos superiores obtienen en general -como es esperable- salarios menores que los graduados de carreras universitarias, los primeros ganan en el promedio regional un 25% más que el enorme porcentaje (54%) de estudiantes que abandonan sin completar su carrera universitaria.
Detalla que esta diferencia va de un mínimo de 4% en Perú, 8% en Argentina, 22% en Ecuador y 42% en Paraguay, a un máximo de 58% en Bolivia y 74% en El Salvador.
Además, menciona que en el promedio regional los graduados de programas técnicos ganan hasta un 60% más que los graduados de escuela secundaria sin ninguna educación superior.
El informe agrega que los estudiantes de carreras técnicas también obtienen buenos resultados en términos de empleo. No solo superan a los graduados de escuela secundaria, sino que además aventajan a quienes abandonan sin completar su carrera universitaria.
Asimismo, el BM sostiene que los estudiantes de carreras técnicas se gradúan en una proporción mayor que los estudiantes de carreras universitarias (57% contra 46%).
“Esto es significativo dado que quienes abandonan las carreras universitarias representan casi la mitad del total de estudiantes que inician algún tipo de educación superior en la región y que, en promedio, los estudiantes de carreras técnicas provienen de sectores menos acomodados que los estudiantes de carreras universitarias”, señala el Banco Mundial.