Las entidades bancarias siguen extendiendo el nivel de sus ganancias, que estarían explicadas por un buen desempeño de sus principales carteras.
Con relación a las colocaciones de créditos, los bancos suman un total de G. 121 billones, lo que reporta una variación interanual de 15%, ritmo que se mantiene prácticamente durante todo el año a pesar del fuerte encarecimiento de los préstamos.
Mientras, los depósitos suman al noveno mes, un valor de G. 125 billones, representando una caída del 0,5%, dinámica que se ve reflejada por cuarto mes consecutivo.
La cartera de depósitos se viene desacelerando desde el primer trimestre, luego de haber crecido a una tasa de 8% y 7% en los primeros meses del año; posterior a ello, se registró una marcada desaceleración hasta llegar a cifras negativas.
Especialistas del sector atribuyeron esta dinámica a los efectos de la inflación, que afectó no solamente a la capacidad de ahorro de las personas, sino que incluso a su poder de compra. Esto se da incluso a pesar del incentivo del BCP en aumentar la tasa pasiva, que es el interés que recibe el ahorrista por dejar sus recursos en la entidad.
Morosidad
La tasa de mora del sistema bancario logra moderarse a septiembre, ya que se reduce a 3,12%; en comparación con el mes de agosto, el nivel era de 3,22%, cifra considerada una de las más elevadas en los últimos dos años.
Este índice representa un valor de G. 3.700 millones del total de la cartera de créditos, que para el sistema bancario aún se considera un rango manejable, según especialistas.
Al respecto, el economista César Barreto había mencionado que el nivel de mora registrado durante este año se encontraba dentro de lo proyectado, teniendo en cuenta los factores de inflación y efectos posteriores a la sequía, sin embargo, el resultado fue muy inferior a lo que se esperaba a inicios del año.
Tarjetas de crédito
Asimismo, el saldo de las tarjetas de crédito del sistema bancario suma un valor de G. 3,2 billones, lo que representa un crecimiento de 16% interanual.