El euro retrocedió este miércoles 24 de agosto hasta una cotización promedio de G. 6.830, de acuerdo con los informado por el Banco Central del Paraguay (BCP) en su cálculo diario. Esto ubica a la moneda europea en G. 36 menos que el dólar, que se cotizó a G. 6.866.
Esta situación en que el dólar se pone por encima del euro se dio recién esta semana, ya que hasta el viernes el euro estaba ubicado en G. 6.912 mientras que el dólar se encontraba en G. 6.885. De hecho, a inicios de este mes la moneda estadounidense se posicionaba en G. 6.866 y que el euro estaba en G. 7.052, lo que demuestra que poco a poco se fue depreciando la moneda europea mientras que el dólar se mantuvo más estable.
En el histórico del BCP se puede ver que, veinte años atrás, en el año 2002, el euro se encontraba en G. 5.771 mientras que el dólar estaba en G. 5.838. Cinco años después, en 2007, la moneda estadounidense iniciaba el año en G. 5.215 y el euro estaba en G. 6.622, es decir, que la moneda europea volvía a pasar a la norteamericana en un intervalo de un lustro.
Diez años atrás, en el año 2012, el dólar estaba en G. 5.872 mientras que el euro estaba en G. 4.690, lo que volvía a colocar a la moneda europea por debajo de la de Estados Unidos. Ya para el año 2017, el dólar se ubicaba en G. 5.678 mientras que el euro se colocaba en G. 5.069.
De acuerdo con lo mencionado desde Basa Capital en su comentario semanal, el dólar empieza a formar un canal de tendencia al alza y podría buscar niveles de G. 7.000. Esta estimación, al criterio de la casa de bolsa, se debe a que cada vez más los picos de subas superan al punto de referencia anterior.
“Con respecto al BCP, el Ente Matriz Monetario continúa sin intervenir el mercado y, de seguir esta situación, podríamos ver una suba en el corto plazo. Ubicamos soportes en 6.850 y 6.800; mientras que las resistencias o techos situamos en 7.000 y 7.050”, reza el boletín de Basa Capital.
¿Por qué baja el euro?
Según analistas locales e internacionales, la depreciación del euro responde a varios factores, sobre todo el miedo a la recesión en Europa frente al aumento en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos para combatir la inflación.
Igualmente, contribuye a la baja del euro el conflicto entre Ucrania y Rusia, que amenaza con la reducción del suministro de gas ruso a Alemania. Mientras que en Estados Unidos las tasas de interés empezaron a subir en marzo de este año, el Banco Central Europeo (BCE) hizo lo suyo recién a finales de julio.
“Estamos frente a un escenario donde las medidas que está adoptando la Reserva Federal para contener la inflación, así como lo están haciendo la mayoría de los bancos centrales, inclusive el de Paraguay, implementando tasas, fortalece la divisa norteamericana”, había explicado el economista Rubén Ramírez en contacto con este medio.
Como sucede con muchas otras divisas, gracias a la depreciación, muchos de los productos importados desde la región a la que pertenece el euro son ahora más baratos. En este sentido, el economista había señalado que la Unión Europea es proveedora de algunos productos muy específicos, principalmente del comercio de intermediación.
Entre los insumos traídos del continente europeo se encuentran bebidas, fertilizantes, insumos agrícolas para la producción, maquinarias y tecnología. De acuerdo con el último reporte de Comercio Exterior del BCP, además de lo mencionado, Paraguay también importó en julio combustibles de los Países Bajos, Suiza y Bélgica.
No obstante, esta situación genera también que el producto paraguayo en ese mercado sea un poco más caro y, de acuerdo con el reporte del BCP, uno de los principales destinos de la carne paraguaya en el mes de julio fue Italia, a donde se exportó por valor de USD 9,03 millones en el primer semestre de este año.
Finalmente, otro de los puntos negativos tiene que ver con las remesas que provienen del continente europeo, que tiene menos valor al cambio en moneda local. En lo que va del año, el dinero enviado por los paraguayos residentes en Europa al Paraguay asciende a USD 183,6 millones, según lo informado por el BCP en su boletín sobre remesas.