Asunción, 27 ago (EFE).- Los titulares de Educación, Economía y del Gabinete Civil en Paraguay llegaron este domingo a un acuerdo con los gremios de maestros que exigían el cumplimiento de la «deuda histórica» con el sector, lo que desactivó la convocatoria a una movilización nacional con cese de clases contra el recién posesionado Gobierno del presidente Santiago Peña.
Las partes acudieron en esta jornada a un encuentro, después de que el sábado los dirigentes de los docentes se reunieran con el ministro de Educación, Luis Ramírez, y cuestionaran la «ausencia» del titular del recién creado despacho de Economía, Carlos Fernández Valdovinos.
A la reunión se sumó la jefa del Gabinete Civil, Lea Giménez.
«Con la firma de este acuerdo se deja sin efecto la movilización convocada para los días 28 y 29 de agosto del corriente por parte de los sindicatos convocantes», estableció el documento, leído a la prensa por el titular de Educación.
Los sindicatos reclamaban entre las «deudas históricas» el salario profesional pendiente, los gastos de representación de los directores, así como el pago total del escalafón docente.
Entre otros, el Ejecutivo de Peña prometió incorporar a partir del presupuesto general de gastos de 2024 «al menos nueve millones de dólares para hacer frente a las inversiones correspondientes por escalafón docente».
En el actual presupuesto se incluirá el desembolso del escalafón a los profesionales que cuentan con resolución pendiente de pago de los años 2020, 2021 y 2022, agregó Ramírez.
Según el acuerdo, este Ejecutivo considera esos pagos «deudas históricas y reivindicaciones justas que no fueron honradas en el periodo del Gobierno anterior» que encabezó el ahora expresidente, también del Partido Colorado, Mario Abdo Benítez (2018-2023).
Por otro lado, el pago correspondiente a 2023 se incluirá en los gastos de 2025.
También se convino elevar el subsidio de salud al personal administrativo del Ministerio de Educación de 300.000 a 500.000 guaraníes (unos 41,16 dólares a unos 68,60 dólares).
En ese contexto, Ramírez destacó que con el acuerdo se garantiza «la continuidad de un proceso pedagógico que no se interrumpe, que no va a ser interrumpido» y consideró que bajo este «modelo de trabajo y de acuerdo entre adultos» se podrán solucionar y anticipar las diferencias, y trabajar sobre acciones concertadas.