A lo largo del 2020, las construcciones tuvieron un crecimiento del 12% en la estructura de la oferta en el Producto Interno Bruto (PIB) local, según cálculos realizados por el Banco Central del Paraguay (BCP). De esta manera, fue uno de los principales sectores, junto con el agropecuario, que lograron la mitigación de la caída en la economía local, que terminó siendo del -0,6% solamente.
Sin embargo, tanto analistas económicos como agentes del sector coinciden en que la incertidumbre económica generada por los contagios masivos y la falta de vacunas contra el COVID-19 son un factor a tener en cuenta y que, por ende, las obras privadas tendrán dificultades para lograr un crecimiento similar al del 2021.
Al ser consultado sobre este asunto, el economista y exministro de Hacienda César Barreto recuerda que las obras privadas fueron un importante motor para la economía en 2020, pero que en este momento se ven afectadas por la mencionada situación.
Puntualiza que este tipo de proyectos se realiza a largo plazo y, en la medida que los agentes no vean certezas para el futuro, irán disminuyendo la intensidad de sus inversiones.
Apunta que, cómo máximo, lo que se puede hacer por el rubro de las construcciones es atinar a mantener el nivel de las obras públicas, ya que el sector privado se ve condicionado por la coyuntura. Sin embargo, reconoce que esto también será difícil, ya que el Gobierno tiene como objetivo bajar la carga del gasto público para el presente ejercicio fiscal.
“La actividad de la construcción, que el año pasado ayudó mucho, este año va a estar mucho más limitada y ya no creo que se pueda crecer un 8% o un 9%, lo máximo que se va a poder hacer es mantener la inversión pública en los mismos niveles del año pasado y la actividad privada hay que ver cómo se desempeña”, sostiene.
Agentes
Por su parte, el presidente de la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios (Capadei), Raúl Constantino, informa que las inversiones que continúan son las que iniciaron el año pasado, en su mayoría, y la incertidumbre de la economía condiciona bastante el análisis para la proyección de nuevos emprendimientos.
“Los que se ven ahora son proyectos que se gestaron hace dos o tres años, o antes de la pandemia en el caso del desarrollo inmobiliario. Ahora, una persona que analiza hoy la situación lo piensa mucho más y seguramente esto va a tener un efecto de esperar y ver qué va a pasar, más todavía con la incertidumbre del tema de la vacunación”, manifiesta.
Considera que el dinamismo probablemente se vea con mayor fuerza recién en el 2022, ya que este año seguirán en actividad los proyectos anteriores. En la medida que estos desarrollos sean vendidos, cada vez habrá menos proyectos nuevos y se van a resentir con respecto a la cantidad de lo que se venía concretando.