El presidente de la República, Santiago Peña, continúa con su agenda de visita oficial a Chile. En el marco de esta iniciativa, brindó ayer un discurso ante ejecutivos de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL), donde insistió en la importancia de que se respete la libre navegación de las aguas.
Si bien el mandatario no mencionó de manera explícita a la Argentina, viene insistiendo ante varios organismos internacionales en lo que se refiere a la importancia que implica para el Paraguay acceder a la Hidrovía, al carecer de costa marítima. Esto, en el contexto del impasse que persiste con el país vecino, el cual hasta ha llegado a limitar el paso de barcazas al pretender cobrar un peaje.
En la reunión también estuvo presente José Salazar, secretario ejecutivo de la CEPAL, quien brindó su apoyo a Santiago Peña en esta materia de la libre navegación. Recalcó que este aspecto es fundamental para países en desarrollo sin litoral marítimo, y recordó que de hecho desde el organismo se encuentran preparando mecanismos para ayudar en este sentido.
Salazar puntualizó que, en julio de este año, la CEPAL acompañó en Asunción a la reunión regional de alto nivel de revisión de América Latina, en preparación de lo que será la tercera conferencia de Naciones Unidas sobre los países en desarrollo sin litoral, que se va a celebrar en el 2024. Esto resultará importante para el Paraguay, a pesar de que ya se arbitran otras vías de resolución para el impasse.
“En esa reunión, los países hicieron un llamado a la acción, y en la CEPAL nos comprometemos con la identificación de medidas apropiadas de política y recomendaciones concretas orientadas a la acción a nivel nacional, regional y mundial, necesarias para hacer que el plan de acción para los países en desarrollo sin litoral sea verdaderamente transformador”, refirió Salazar, durante el mencionado evento.
Por su parte, durante el discurso, Santiago Peña afirmó que el Paraguay es uno de los países más abiertos al comercio. Exclamó que esto es un orgullo y “no una simple retórica”, sino una convicción.
Insistió en que la libre navegación está consagrada en la Constitución del Paraguay, como uno de los principios de las relaciones internacionales de la República.
“Para los países en desarrollo, el comercio exterior es clave como generador de empleo y de prosperidad, por lo que consideramos inaceptables las medidas proteccionistas, incluyendo las barreras arancelarias y no arancelarias, que en muchos países se están aplicando”, mencionó Peña, en clara alusión al peaje que hoy en día pretende cobrar Argentina por el paso en la Hidrovía Paraguay-Paraná.
También consideró, durante el discurso, que el libre comercio con reglas transparentes, justas y previsibles no debe ser objeto de ambivalencias, ni estar subordinado a “intereses geopolíticos mezquinos, que levantan barreras cada vez que se ven amenazados por países que, respetando y adecuándose a las normas del mercado internacional, compiten legítimamente”.
Desarrollo sostenible
Entre otros temas que tocó el presidente paraguayo durante su discurso, el cual no fue muy extenso, estuvo la importancia de una mirada de desarrollo sustentable hacia adelante. Sobre esto, afirmó que el cambio climático es un desafío muy grande para el planeta, y que se debe tomar medidas rigurosas pero equilibradas, pensando en el futuro de nuestros hijos.
“La preocupación real y común que tenemos sobre el medioambiente no debe verse empañada por medidas cuyo objetivo sea distinto al de su protección, convirtiéndose, por el contrario, en restricciones comerciales que constituyen obstáculos injustos y discriminatorios que generan descontento e incertidumbre en los países en desarrollo”, expresó.
Añadió que desconocer principios fundamentales del Acuerdo de París, como el de responsabilidades compartidas pero diferenciadas, la falta de cumplimiento en materia de financiamiento y transferencia de tecnología o la consideración de ciertas amenazas basadas en medios no científicos, “no contribuyen a resolver el problema”.
Sin embargo, también refirió que los países en desarrollo no pueden asumir la responsabilidad de los daños ambientales causados por la industrialización en los siglos XIX y XX, cuando no existían medidas de mitigación.
“El desafío que enfrentamos es proteger el medioambiente sin que implique la obligación de hacerlo a expensas de renunciar a oportunidades de expansión comercial, generación de empleo y creación de riqueza. Es necesario abordar estas preocupaciones y promover un enfoque más equitativo que tome en cuenta las realidades y necesidades específicas de cada país”, puntualizó.