El Banco Central del Paraguay (BCP) revisó al alza su proyección de crecimiento económico para este año, elevándola de 3,8% a 4%. Esta mejora se debe al mejor desempeño observado en sectores como la ganadería, la construcción y el comercio.
En cuanto a la inflación, la estimación se mantiene en 3,5%, en línea con la nueva meta oficial. Aunque la banca matriz reconoció un repunte inflacionario en marzo, lo atribuyó a factores estacionales y anticipó una reversión en los próximos meses.
Respecto a la política monetaria, el BCP señaló que, por el momento, no hay suficientes elementos que justifiquen un cambio de rumbo. Esto contrasta con algunos países de la región, donde los bancos centrales optaron por volver a subir sus tasas de interés.
Al cierre del primer trimestre, el Banco Central actualizó sus proyecciones de crecimiento económico para el 2025, con ligeras revisiones, pero con un aumento en la expansión total del Producto Interno Bruto (PIB), que subió a 4% desde 3,5% de su estimación anterior.
En el informe de política monetaria (IPOM), la banca matriz destaca un mejor desempeño en sectores como la construcción, el comercio y la ganadería (ver gráfico). Este indicador da cuenta de que la economía paraguaya crece con una menor participación de sectores tradicionales como la agricultura y la generación de energía eléctrica.
Además, estos datos reflejan una mayor diversificación de la economía, ya que el crecimiento actual está impulsado por sectores menos tradicionales como el comercio, los servicios y la construcción. A diferencia de años anteriores, en los que una caída en el agro afectaba directamente a la economía, este año ese impacto fue más acotado. Sin embargo, sí tuvo una incidencia en la cotización del dólar, que actualmente se ubica por encima de los G. 8.000.
Al respecto, Sebastián Diz, gerente de Estudios del BCP, explicó que el recorte en la proyección de crecimiento para la agricultura obedece a condiciones climáticas adversas que afectaron especialmente a la producción de soja. Aunque aún no concluyó la zafra, afirmó que se estima que el rendimiento será menor al previsto en diciembre.
Sostuvo que cultivos como el maíz, la soja zafriña y el trigo aún están en proceso, pero se ajustó la proyección de crecimiento agrícola del 2% estimado anteriormente a solo 0,6%.
Por otro lado, la ganadería muestra un comportamiento positivo, con un buen desempeño en faenamiento y exportaciones en los primeros meses del año. Esto motivó una corrección al alza en la proyección para este subsector.
SERVICIOS Y CONSTRUCCIÓN
En el sector servicios, se destacó una revisión al alza en comercio, intermediación financiera, servicios a los hogares, y restaurantes y hoteles. Esto responde al dinamismo de las manufacturas, las importaciones y la recuperación de la demanda.
En cuanto a la construcción, la mayor ejecución de obras públicas y la demanda creciente de insumos como cemento y varillas impulsaron una mejora en las proyecciones para este rubro en 2025.
PERSPECTIVAS DE INFLACIÓN
Aunque la inflación mostró un repunte puntual en los primeros meses del año, el BCP estima que no es necesario modificar la tasa de política monetaria, a diferencia de otras economías de la región. Cabe señalar que la estimación del IPC se mantiene en 3,5%, en línea con la nueva meta oficial.
Sobre el aumento de precios en alimentos, el BCP reiteró que las subas responden a rubros volátiles y se espera una reversión. Además, los precios internacionales de alimentos no muestran una tendencia alcista, lo que apoya la expectativa de que las presiones inflacionarias no sean persistentes.
Consultado sobre un posible aumento de la Tasa de Política Monetaria (TPM) ante el repunte inflacionario y el contexto internacional, desde el BCP señalaron que, si bien la inflación total repuntó recientemente, este comportamiento respondió a subas en productos volátiles, principalmente del rubro frutihortícola. Se espera que este aumento sea transitorio.
Por ello, no consideran un cambio en el perfil de la política monetaria de momento, a diferencia de países como Brasil y Uruguay, que volvieron a subir sus tasas.
TIPO DE CAMBIO
En cuanto a las perspectivas a futuro para el dólar, Sebastián Diz indicó que, como siempre, existen factores que podrían incidir tanto al alza como a la baja. Entre los elementos que podrían seguir presionando al alza se encuentran el resultado de la producción agrícola actualmente se prevé una menor producción de soja, lo que implicaría menores ingresos por exportaciones. A esto se suman los menores precios internacionales de los commodities agrícolas, que también reducirían el ingreso de divisas al país.
Por otro lado, también existen factores que podrían ejercer presión a la baja sobre el tipo de cambio. Uno de ellos es el componente estacional, ya que en esta etapa del año, que recién inicia, suele haber un mayor dinamismo en las exportaciones por el envío de productos agrícolas, lo que tiende a fortalecer la oferta de divisas. Además, otro factor relevante es el posible impacto del perfil de política monetaria en Estados Unidos.
Actualmente, se esperan más recortes de tasas por parte de la Reserva Federal de los que se preveían anteriormente: el mercado anticipa hasta cinco recortes. Esto implicaría un mayor diferencial de tasas con respecto a Paraguay, lo que reduce la presión sobre la cotización del dólar.
En cuanto a las intervenciones, el Banco Central, como es habitual, actúa en el mercado cambiario para evitar oscilaciones excesivas que no respondan a fundamentos económicos.