La ministra de la Unidad de Gestión de la Presidencia, Carmen Marin, aseguró que Paraguay está comprometido con el sistema de protección social, principalmente para reducir las desigualdades y avanzar hacia la inclusión social.
La secretaria de Estado detalló las acciones encaradas por el Gobierno, en el Foro Internacional “Oportunidades y desafíos de las políticas públicas para el ciclo de vida: el caso del Sistema de Protección Social en Paraguay”, organizado por el gobierno de Paraguay en el marco del Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible.
Marin enfatizó en que durante la pandemia se fortalecieron los programas sociales existentes.
“Paraguay expresa su firme compromiso con el Sistema de Protección Social, para reducir las desigualdades, avanzar hacia la inclusión social, implementar medidas de emergencia ante esta situación sanitaria, sin dejar a nadie atrás”, indicó.
En esta línea, la ministra resaltó que el COVID-19 puso en evidencia la importancia de consolidar un Sistema de Protección Social teniendo en cuenta el rol y el impacto que tiene en las vidas de las personas.
Detalló que el año pasado el gasto social tuvo un incremento en el orden del 44%, principalmente por las medidas de apoyo a los sectores vulnerables que se dieron de manera coordinada e inmediata por parte del Gobierno.
Avances en formalización
Carmen Marín explicó que nuestro país tuvo el gran desafío de llegar con programas sociales a los sectores informales, de los que no se tenía información, en el marco del combate a los efectos económicos de la pandemia.
“Paraguay implementó programas para informales con objetivos prioritarios y también con resultados importantes, se ha llegado al 70% a través de herramientas innovadoras que permitieron que los pagos no se realicen en efectivo sino por medios electrónicos”, aseguró.
En este sentido, añadió que uno de los mayores desafíos que tiene Paraguay es la formalización del mercado laboral, a través del impulso del marco regulatorio existente.
«Hay un crecimiento importante de trabajadores independientes, lo cual nos impulsa a implementar herramientas distintas”, señaló.
La alta funcionaria afirmó también que nuestro país está dando pasos firmes en enfrentar la informalidad. Comentó que las plataformas tecnológicas que hoy se usan para acceder a beneficios sociales en Paraguay vinieron para quedarse porque son de fácil manejo y, además, aportan a la transparencia en la gestión pública.
Añadió que, si bien la pandemia tuvo su impacto en indicadores como la pobreza y el desempleo, principalmente en la zona urbana, estudios muestran que el impacto podría haber sido mucho peor de no ser por la implementación de nuevos programas y el fortalecimiento de los ya vigentes. Precisó que se pudo evitar que unas 230.000 personas cayeran en la pobreza.
Protección Social y ODS
Es importante mencionar que el primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es erradicar para el 2030 la pobreza extrema para todas las personas en el mundo. La pobreza extrema está actualmente medida por un ingreso por persona inferior a USD 1,25 al día.
Así también, se busca reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres, y niños y niñas de todas las edades que viven en la pobreza en todas sus dimensiones con arreglo a las definiciones nacionales.
Además, el propósito es poner en práctica a nivel nacional sistemas y medidas apropiadas de protección social para todos y, para el 2030, lograr una amplia cobertura de los pobres y los más vulnerables.
Asimismo, el objetivo se propone garantizar que todos los hombres y mujeres, en particular los pobres y los más vulnerables, tengan los mismos derechos a los recursos económicos, así como acceso a los servicios básicos, la propiedad y el control de las tierras y otros bienes, la herencia, los recursos naturales, las nuevas tecnologías y los servicios económicos, incluida la microfinanciación.
Plantea también una movilización importante de recursos procedentes de diversas fuentes, incluso mediante la mejora de la cooperación para el desarrollo, a fin de proporcionar medios suficientes y previsibles para los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados, para poner en práctica programas y políticas encaminados a poner fin a la pobreza en todas sus dimensiones.