Asunción, 1 mar (EFE).- El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, dijo este miércoles que la «nueva etapa» que inicia la empresa Itaipú Binacional, tras pagar después de 50 años la deuda contraída para su construcción, propicia un proceso de negociación entre las autoridades paraguayas y brasileras, que podría devenir en la disminución del costo de la energía eléctrica a favor de los usuarios del país.
«Ahora, en esta nueva etapa, seguramente se va a iniciar un proceso de negociación», declaró Abdo Benítez a periodistas, tras ser consultado sobre una posible reducción de la tarifa de energía eléctrica que consumen los paraguayos.
El mandatario señaló, al término de acto gubernamental en el departamento de Amambay (este), que si Paraguay puede negociar «de la misma manera» que hicieron el año pasado, se podría «volver a aplicar esa reducción del costo de la tarifa directamente al usuario».
Las autoridades de Brasil y Paraguay anunciaron el pasado 9 de agosto un acuerdo para rebajar un 8,2 % la tarifa para el 2022 de la energía generada por la central hidroeléctrica de Itaipú, en la primera reducción de este tipo desde 2009.
«De hecho nosotros, ante la negociación de la tarifa del año pasado pudimos bajar el 25 % del costo de energía a casi el 90 % de los usuarios de la ANDE (Administración Nacional de Electricidad)», agregó el gobernante paraguayo.
Al ser consultado sobre si existen las condiciones para una eventual disminución en el costo de la tarifa eléctrica en el país, Abdo Benítez dijo que dependerá de la designación del nuevo director brasilero de Itaipú Binacional, por parte del nuevo Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, para iniciar un eventual proceso de diálogo.
«No se hizo cargo todavía el nuevo director (brasilero), entonces me imagino que una vez que se instale el nuevo director y las nuevas autoridades de la Itaipú Binacional por parte del nuevo Gobierno, recientemente electo de la República Federal de Brasil, vamos a empezar el proceso de diálogo para la tarifa», añadió.
Las directivas de Itaipú anunciaron este martes el pago de 115 millones de dólares al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil, que se constituyó en el último de la deuda contraída con diversas fuentes para la construcción de la represa y cuyo costo total se estima en unos 63.500 millones de dólares.
Con el abono, la empresa se convierte en un activo compartido por ambos países.