Asunción, 26 oct (EFE).- El ministro de Hacienda de Paraguay, Benigno López, aseguró este lunes que la caída del Producto Interno Bruto (PIB) de Paraguay podría ser «inclusive menor» de la pronosticada hasta el momento por los organismos internacionales y por el Banco Central del Paraguay (BCP), estimada en el 3,5 %.
«Podría darse inclusive una caída menor, lo que es un signo de que el plan está funcionando de manera coordinada, a pesar de los enormes desafíos que vamos a ir teniendo», expuso López durante una videoconferencia del Ministerio de Hacienda.
El titular del Fisco señaló que Paraguay ya ha dejado atrás los malos números de abril y mayo y ya se perciben elementos que «permiten ser optimistas».
López destacó la actuación del Gobierno con sus distintos planes para hacer frente a la pandemia y a la recuperación, seguidos del actual por la reactivación y la reforma de la función pública.
Al igual que el ministro, el presidente del BCP, José Cantero, que también intervino en la videconferencia, confirmó que la revisión de las perspectivas del PIB es «hacia adelante» y adelantó que «la caída no va a ser tanta», a la espera de la publicación de los datos del BCP en los próximos días.
Para Cantero, Paraguay puso en marcha en los últimos meses el plan contracíclico «más grande» de la historia reciente del país e insistió en «la capacidad de respuesta» para hacer frente al choque económico que supuso la llegada de la pandemia.
PLAN DE REACTIVACIÓN ECONÓMICA
La viceministra de Economía, Carmen Marín, explicó en su intervención que el plan de reactivación se basará en el pilar social, en la inversión para generar empleos y en la financiación para el desarrollo.
Para el pilar social, el Estado destinará 327,6 millones de dólares para el fortalecimiento de la protección social y otros programas sociales.
En cuanto a la inversión para la generación de empleos, el monto previsto es de 1.306,3 millones de dólares, y para créditos para emprendedores y empresas será de 681 millones.
Además, también se prevé la creación de un Ministerio de Economía que absorba «muchas de las funciones que tienen otras dependencias», según Marín.