Para el próximo año, según el proyecto del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2022, se prevé un nuevo endeudamiento por alrededor de USD 600 millones. Esto, en el marco del límite de déficit fiscal de 1,5% del producto interno bruto (PIB) que establece la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF).
No obstante, es importante mencionar que el Ejecutivo solicitó aumentar el déficit al 3% del PIB para continuar sosteniendo las inversiones realizadas en Salud y las obras en ejecución; con esto, se tendrá aproximadamente USD 1.200 millones de nueva deuda en el ejercicio 2022
El Ministerio de Hacienda ya adelantó cuáles serán los instrumentos que elegirá para la toma del nuevo endeudamiento, al menos para los primeros USD 600 millones mencionados.
Oscar Llamosas, titular del Fisco, dijo que a diferencia de años anteriores, lo que corresponda a emisiones de bonos tanto en el mercado interno como en el externo será solo por USD 350 millones y lo restante -unos USD 250 millones- será mediante préstamos concedidos por los diferentes organismos multilaterales.
“Queremos aprovechar todos esos recursos que pusieron a disposición los distintos organismos multilaterales, como el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), entre otros”, manifestó.
El ministro dijo que los préstamos en este contexto actual cuentan con condiciones mucho más ventajosas que los bonos soberanos. “Por eso es que tomamos esa decisión, parte de ese endeudamiento solicitamos cubrir con préstamos de organismos multilaterales”, dijo.
Llamosas puso de ejemplo que un préstamo de un organismo multilateral cuenta con 1,19% de interes anual, mientras que la colocación que realizaron a inicio de este año -que fue la mejor colocación de deuda que tuvo el país- estuvo en torno al 2,7%.
“Hay un diferencial muy importante, por eso asumimos y tomamos esa decisión de parte de estos recursos adicionales, financiarlos con estos fondos de los organismos multilaterales”, reiteró.
Es importante señalar también que de los USD 600 millones de nueva deuda, un poco más de USD 170 millones serán destinados al servicio de la deuda pública, USD 165 millones serán para obras públicas y USD 15 millones, para construcción de viviendas.
Emisiones de bonos
De acuerdo con los datos del Ministerio de Hacienda, nuestro país ha venido emitiendo alrededor de USD 600 millones por año en bonos tanto en el mercado internacional como en el local. Es así que, en el 2016, la emisión fue de USD 685 millones, de USD 645 millones en el 2017 y en el 2018 fue de USD 653 millones.
Luego, en el 2019, se redujo levemente, a USD 585 millones, pero aumentó drásticamente a USD 1.641 millones en el 2020 para financiar la contención de la crisis sanitaria y económica provocada por el COVID-19.
En este 2021, lo destinado a bonos fue de USD 705 millones, el 64% de los USD 1.100 millones solicitados como deuda total para el año.
Con la emisión de bonos prevista para el próximo año, más los préstamos, la proyección del Ministerio de Hacienda es que la deuda pública se ubique en 37,4% del Producto Interno Bruto.
Como se puede observar, la participación de los bonos como instrumento de financiación del gasto estatal se redujo de manera significativa en la planificación 2022, al compararla con los montos de años anteriores.
Por su parte, al considerar los argumentos presentados por Llamosas, es de esperar que la cobertura de los USD 600 millones de deuda restantes -que provendrán de la ampliación del déficit fiscal al 3% del PIB- se efectúe a través de préstamos antes que por medio de bonos, o al menos en parte importante.
Recordemos también que el contexto internacional de tasas de interés consiste actualmente en una expectativa de reversión de los perfiles de política monetaria de los diversos países, debido al escenario de recuperación económica que se vive como consecuencia de la superación de la etapa más dura de la pandemia y el consecuente incremento de la inflación que acompaña a este proceso.
Chile, Brasil y México figuran entre los países de la región que ya iniciaron la suba de tasas de interés desde sus respectivos bancos centrales, mientras que el Banco Central del Paraguay (BCP) hizo lo suyo a fines del pasado mes.