La fundación Desarrollo en Democracia (Dende) presentó sus perspectivas económicas para este año y el 2022. Pronostica que en el 2021 la economía paraguaya crecerá 4,5% -en línea con las proyecciones oficiales-, pero cerraría el año con una inflación del 7% o más.
Para el próximo año, según Dende, las perspectivas son alentadoras para el Paraguay, con un buen año agrícola y una inflación más controlada. El Producto Interno Bruto (PIB) registraría una expansión de 3,5% y la inflación retrocedería a 5%, con la cotización del dólar que rondaría los G. 6.900 y G. 7.100.
De esta manera, el organismo espera un crecimiento económico moderado para el año que viene, pues sería menor al potencial de expansión de 4% que venía sosteniendo nuestro país en los últimos años. Además, la inflación seguiría por encima de la meta de 4% del Banco Central del Paraguay (BCP), aunque ya dentro del rango de 2% a 6% en que se deja fluctuar a este indicador.
Para la presentación de estas proyecciones, Dende reunió a dos ex ministros de Hacienda, Manuel Ferreira y César Barreto, quiénes opinaron respecto a cómo se está comportando la economía y cuáles son los factores que influirían para que continúe el crecimiento económico, además de otros temas.
Los profesionales comentaron que Paraguay, al igual que otros países del mundo, fue afectado por la pandemia de COVID-19, pero que en el caso de la economía paraguaya fue menor debido a que se manejó una cuarentena temprana y el pico de contagios recién llegó a inicios de este año.
La ola de infecciones que registró el país provocó un grado de incertidumbre muy grande, ya que el país no lograba conseguir las vacunas y esto impactó de manera muy fuerte en la economía, especialmente en mayo, pero que luego con las donaciones por parte de Estados Unidos “se salvó el año”, sostuvieron.
Comportamiento esperado para el próximo año
El economista César Barreto manifestó que, el próximo año, tanto el precio de la soja como de la carne probablemente van a ser más bajos, respecto a lo que fue este año. No obstante, dijo que los precios van a seguir siendo buenos pero, teniendo en cuenta el nivel de exportaciones que maneja el país, esto significará menos ingresos de divisas.
Asimismo, advirtió que el contrabando va a impactar más fuerte en la medida que se vayan habilitando más pasos fronterizos, lo que afectará a la actividad comercial.
Otro factor que podría incidir es la situación de Brasil, que se encuentra en un proceso de ajuste agresivo de su política monetaria que repercutirá en la actividad económica y podría alcanzar a nuestro país.
“Eso afecta a Paraguay porque la maquila es una gran proveedor del sector automotriz y, por otro lado, el tema electoral de ellos, más una posición fiscal muy débil y la deuda pública subió sustancialmente”, comentó.
Barreto también señaló que a nivel interno se restringirá la política fiscal, ya que el déficit fiscal estará en 3% del PIB, lo que significa una disminución de 1 punto porcentual del PIB en recursos a la economía, en comparación con este 2021.
En lo que respecta a la tasa de política monetaria -que viene subiendo desde agosto pasado y ya retornó al nivel pre-pandemia de 4%-, el profesional consideró que no tendrá un fuerte impacto.
”La política monetaria no tiene un mecanismo de transmisión muy directo que termine en que el crédito se va a contraer porque la tasa de interés sea más alta, no sé ni siquiera si la tasa de interés en el mercado va a sufrir sustancialmente porque los niveles de liquidez son muy altos todavía; por más que el BCP restrinja, es probable que el crédito no tenga un desempeño muy distinto al que tuvo este año”, afirmó.
Sostuvo también que la inflación se reducirá. No obstante dijo que “hay una parte inercial que está relacionada con el salario mínimo, que el próximo año va a estar en alrededor del 7% a 7,5% y eso va a tener un efecto inercial de costo en el resto de la economía, la corrección final de la inflación recién nosotros vamos ver probablemente hacia el 2023”, proyectó.
Por su parte, Manuel Ferreira dijo que el 2022 será un buen año. “Parecería ser un año agrícola bueno, con precios buenos, eso le va a permitir a la gente hacer frente a muchos compromisos, creo que para el sector ganadero va a ser también un año bueno”, aseguró.
Renegociación Anexo C
En otro momento, los dos profesionales enfatizaron en que el panorama para los próximos años se ve algo desafiante considerando lo que puede dejar la negociación del Anexo C del Tratado de Itaipú, así como también por las escasas posibilidades de concretar reformas en lo que resta del presente periodo de gobierno, teniendo en cuenta las condiciones políticas.
En este punto, Ferreira manifestó que Brasil va a imponer su poderío y bajará el precio de la tarifa, por lo que Paraguay debería buscar una negociación que por lo menos le permita recibir más royalties.
Itaú mantiene su proyección
Por su parte, Itaú Macro, en su informe correspondiente al mes de noviembre, mantuvo su previsión de crecimiento de 5% del PIB paraguayo para el 2021, respaldada por la reapertura de la economía y los altos términos de intercambio.
Para el próximo año, esperan que la expansión del PIB se enlentezca al 3%, debido a la desaceleración de la actividad en los principales socios comerciales, una política monetaria más estricta y una posible tercera ola de COVID-19.
En lo que respecta a la inflación, realizaron una modificación al alza en comparación con el pronóstico anterior, al elevarlo de 6,3% a 7,3% para fines del 2021
“El próximo año esperamos que la inflación se desacelere hasta el 4,3%. En este contexto, esperamos otra suba de la tasa de referencia de 125 pb (puntos básicos) en la última reunión del año (diciembre), alcanzando un nivel de 5,25%. Para 2022, pronosticamos la tasa de política monetaria en 5,75% para diciembre, considerando también tasas de interés más altas en los Estados Unidos”, señala el informe.
Con estos ajustes que prevé Itaú, la tasa de política monetaria retornaría el próximo mes al nivel en que se encontraba al cierre del 2018, antes de los consecutivos recortes que aplicó el BCP para enfrentar a las dificultades económicas que tuvimos en el 2019 y el 2020.
Así también, el banco mantuvo su expectativa de déficit fiscal de 4% del PIB para este año, en línea con la meta oficial. Como resultado, esperan una deuda pública bruta del 35,5% del PIB.