El estudio prospectivo del empleo juvenil en América Latina de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), asegura que para el año 2030, uno de cada siete jóvenes en América Latina trabajará en el sector servicios, alejándose de empleos agrícolas y manufactureros.
En ese sentido se proyecta que la juventud en América Latina experimentará cambios importantes en sus oportunidades laborales en el corto plazo debido a las transformaciones tecnológicas, demográficas y medioambientales que impactan e impactarán crecientemente en sus sociedades y economías.
EMPLEO JUVENIL EN LA REGIÓN
El estudio prospectivo del empleo juvenil asegura que cuando las personas jóvenes trabajan, lo hacen mayormente como trabajadores asalariados, es decir en 2022 contempló al 72% de los ocupados en el caso de los hombres, y al 73% en el caso de las mujeres.
Sin embargo, al analizar el periodo 2012 – 2022, se evidencia que el porcentaje de trabajadores asalariados disminuyó paulatinamente, mientras que el peso de los trabajadores por cuenta propia aumentó tanto en hombres como mujeres jóvenes.
El porcentaje de trabajadores jóvenes por cuenta propia crece conforme aumenta el rango etario, alcanzando entre los 25 y 29 años más de un quinto de los jóvenes ocupados en 2022.
En 2022, se observa que los jóvenes se concentraron principalmente en el sector servicios, en particular, en servicios públicos, a empresas y financieros (31,8%) y en comercio, hotelería y restaurantes (30,1%).
En relación con los tipos de ocupación, el 44,5% de los jóvenes ocupados realiza labores de obrero, un 35,9% se desempeña como trabajador de servicios, mientras que casi un 20% trabaja en ocupaciones profesionales o directivas.
Entre 2001 y 2022, el tipo de ocupación que experimentó el mayor aumento entre los jóvenes ocupados fue el de los trabajadores de servicios, con 8,6 puntos porcentuales en las últimas dos décadas.
Por su parte, la proporción de profesionales y directivos aumentó en 2,8 puntos porcentuales en el mismo período, mientras que el porcentaje de jóvenes empleados como obreros disminuyó 11,4 pp, principalmente por la caída de la concentración de esta ocupación en el sector agrícola.
DESAFÍOS Y PROYECCIONES
El análisis de Cepal plantea un escenario realista para el 2030, donde el 70% de la juventud ocupada se concentraría en los servicios públicos y empresas con un 34,6%, comercio (30,2%) y servicios básicos (6,4%). Mientras que en menor medida se ubicaría en manufactura (13,3%), agricultura (8,2%) y construcción (7,4%).
La rápida expansión del sector servicios, sin embargo, presenta un riesgo: en ausencia de políticas adecuadas, podría haber una presión al alza en las tasas de desempleo y precariedad laboral juvenil, especialmente en zonas urbanas.
Cerca de 2 millones de jóvenes dejarían de ocuparse como obreros para ingresar principalmente a labores de trabajadores de servicios, categoría que experimentaría un aumento de 1,4 millones de trabajadores jóvenes.
Desde el sector de agricultura saldrán más de 1,2 millones de jóvenes, mientras que desde la industria manufacturera cerca de 640.000 ocupados jóvenes. Nuevamente, el sector que más aumentaría, serían los servicios públicos y empresas, que recibirán 1,7 millones de jóvenes trabajadores.
Bajo este escenario, en 2030, dos de cada cinco jóvenes ocupados se desempeñarán como trabajadores de servicios, seguido por un 36,2% como obreros. Se espera también que, en promedio, un 38,5% de las personas ocupadas de entre 20 y 29 años se concentren en el sector de servicios públicos y empresas, y un 30,5% en comercio. El sector agrícola sería el que concentraría la menor proporción de ocupados jóvenes (5,3%)
CÓMO SE DARÍA LA DISMINUCIÓN EN PARAGUAY
De acuerdo con las proyecciones, en todos los grupos de países, la proporción de jóvenes trabajando en el sector agrícola y en el sector manufacturero disminuiría al 2030. Sin embargo, la intensidad de este cambio varía según el escenario proyectado.
En particular, mientras que en el grupo 1 (Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras) y 4 (Chile, Costa Rica, Uruguay, Panamá), la caída sectorial más importante ocurriría en la industria manufacturera, seguido por el sector agrícola.
Lo contrario ocurre en el grupo 2 (Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú) y 3 (Argentina, Brasil, México y República Dominicana), donde la principal caída sería en la agricultura.
El documento señala que en Paraguay así como en los países del mismo grupo, el cambio en la concentración de jóvenes en el sector de servicios públicos y empresas, sería marginal. Sin embargo, crecería en el sector de la construcción, así como el sector de servicios básicos, que también experimentaría un crecimiento en la proporción de ocupados jóvenes en este grupo de países, incluído Paraguay.
El documento destaca que el futuro del empleo juvenil en América Latina dependerá de la capacidad de los países para anticiparse a los cambios y fortalecer su estructura productiva.
El desarrollo sostenible y la inclusión social deben guiar las políticas de empleo para la juventud de la región, asegurando que esta generación tenga oportunidades reales de crecimiento y estabilidad.