Según el registro diario de cotizaciones del Banco Central del Paraguay (BCP), el tipo de cambio promedio cerró ayer con un valor de G. 6.740, unos 26 puntos por debajo del inicio de este mes.
Esta tendencia va acorde con las estimaciones realizadas por Basa Capital, que el pasado viernes destacó en su boletín financiero que la moneda norteamericana continúa respetando el techo de los G. 6.800.
De esta manera, el guaraní ya se va alineando a las demás monedas regionales, según analistas de Basa Capital, y se estima que el tipo de cambio tendrá fluctuaciones entre los G. 6.600 y los G. 6.800 en el corto plazo.
Por su parte, la economista de CPA Ferrere, Patricia Goto, puntualizó que efectivamente el dólar tuvo una gran volatilidad en la primera parte del año, básicamente a causa de una participación muy activa del BCP en el mercado cambiario.
Dada la liquidez de la moneda extranjera que persiste, supone que la demanda por parte de agentes económicos continuará, aunque las intervenciones del BCP serán menores, agrega la firma.
No obstante, recordó que estas intervenciones de la banca matriz se dieron en un momento en que el Ministerio de Hacienda estaba recepcionando una gran cantidad de dólares por el dinero necesario para financiar la contención de la crisis desatada por la pandemia, los cuales a su vez intercambiaba con el BCP para obtener guaraníes y esto, de cierta manera, mitigaba los picos.
A medida que estos ingresos de dólares por medio de Hacienda fueron bajando, también el BCP fue reduciendo sus intervenciones en el mercado cambiario y con una intervención mucho más normal desde el ente regulador, la tendencia del dólar está tomando nuevamente su camino natural, según explicó la economista.
“En adelante vemos que esta tendencia va a continuar, es decir, que el tipo de cambio va a continuar depreciando, aunque a un ritmo bastante gradual y no con picos muy intensos. La participación del BCP en el mercado cambiario va a continuar porque Hacienda regularmente tiene ingresos en dólares desde las binacionales y esto va a presionar el tipo de cambio a la baja”, consideró.
Expresó que los fundamentos son los que generan la depreciación del guaraní, haciendo referencia al encarecimiento relativo con respecto a la región que se venía registrando con respecto a Argentina y Brasil, lo que estuvo en detrimento de los intereses del país, lo que hizo que naturalmente el tipo de cambio se alineara a los demás países.
Agregó que la participación muy fuerte por parte del BCP fue transitoria, aunque continuará en un nivel más leve por su condición natural de intermediaria con Hacienda.
“Nosotros estamos esperando que el tipo de cambio se mantenga más o menos en niveles de G. 6.700 para los próximos meses, y finalizar el año cerca de los G. 6.900. Esperamos que el tipo de cambio se deprecie pero de manera leve, y esto no va a representar un golpe significativo para la economía porque las condiciones están bastante balanceadas entre las presiones a la baja y al alza”, apuntó.
Puntualizó que por un lado se encuentran las intervenciones del BCP, que se mantendrán -aunque en niveles más altos- como un elemento de presión a la baja, y por otro lado la presión al alza por el encarecimiento en la región se seguirá corrigiendo y eso hará que la volatilidad no sea muy grande para lo que resta del año.
Con respecto a la demanda de dólares, coincidió en el análisis de Basa Capital al decir que la moneda extranjera se seguirá buscando, especialmente por el lado de las importaciones, ya que la actividad económica se está recuperando y de hecho la segunda parte del año tiene un mayor nivel de compras desde el exterior. Este proceso se acelerará, en la medida que la vacunación contra el COVID-19 avance.
Según estimaciones de la casa de bolsa Investor, el tipo de cambio cerrará este mes en G. 6.735 y el mes que viene, en G. 6.722. Por otra parte, esperan que el mes de agosto cierre con una cotización de G. 6.754.
