La Fundación Paraguaya inauguró este año su nueva Fábrica de Quesos en la Escuela Agrícola Autosostenible de Cerrito, destacando su capacidad de producir 3.000 kilos mensuales de queso a partir de 30.000 litros de leche fresca. Esta iniciativa no solo promueve la educación orientada al emprendedurismo, sino que también impulsa el comercio local.
Con una inversión de aproximadamente USD 700.000, financiada por cooperantes como USAID, WPI, Nestlé Paraguay, Kiva, Skoll, doTERRA y Peery Foundation, la fábrica forma parte del proyecto ASHA del gobierno de Estados Unidos, con una inversión total de 1.900.000 dólares para mejorar la experiencia académica de los jóvenes rurales vulnerables en Paraguay.
La Escuela Agrícola de Cerrito, ubicada en Benjamín Aceval sobre la Ruta Transchaco km 46,5, se destaca por su modelo educativo de «Aprender haciendo, vendiendo y ganando dinero», donde los estudiantes no solo adquieren conocimientos prácticos sino que también participan activamente en la producción y comercialización de productos agrícolas y lácteos.
Con el objetivo de dar a conocer sobre este emprendimiento y la nueva fábrica, la citada fundación realizó un recorrido con los miembros de la prensa.
La nueva instalación de 730 metros cuadrados está equipada con tecnología moderna, incluyendo tanques de refrigeración, planta de pasteurización, cuba de cuajo, prensa horizontal neumática, envasadora al vacío y cámaras frigoríficas. Además de la producción actual de quesos ibéricos, dulce de leche y yogur, se incorporará la producción de queso azul para alcanzar nuevos mercados.
Este proyecto no solo busca sacar de la pobreza a jóvenes de entornos vulnerables, sino también consolidar la autosostenibilidad de la escuela mediante la generación de ingresos propios.
En marzo pasado, durante la inauguración de la citada nueva fábrica, Martín Burt, director ejecutivo de Fundación Paraguaya, había destacado: “La educación de calidad es vital, motivo por el cual tenemos nuestras escuelas agrícolas que generan productos agropecuarios de calidad que se comercializan en nuestro país y muy pronto serán objeto de exportación, lo que nos permite ser totalmente autosostenibles”.
“Nosotros enseñamos a los jóvenes no solamente a plantar tomates sino a ganar plata con lo que producen, por ello nuestro lema es ‘Aprender haciendo, vendiendo y ganando dinero’, un modelo educativo paraguayo que ya se exporta e implementa en varios países. Queremos que todos los jóvenes sean libres e independientes basados en el talento humano”, dijo.