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28 de noviembre de 2024

Proyecciones 2025: DENDE destaca perspectivas positivas para el próximo año, pese a un entorno global complicado

La organización Desarrollo en Democracia (DENDE), realizó la presentación de sus perspectivas para la economía paraguaya en 2025, proyectando un 3,7% de expansión del PIB para 2025. En términos de inflación, esperan una ligera variación hacia el 4%. Por otro lado, el tipo de cambio podría alcanzar un techo de G. 8.100 a G. 8.200 en el segundo semestre del año.

Durante la presentación de las perspectivas para 2025 de DENDE (Desarrollo en democracia), César Barreto abordó temas relacionados a la evolución de la economía paraguaya, destacando el camino transitado de ser exportadora de capital a depender más del financiamiento externo para responder a una mayor demanda empresarial. 

En ese sentido, cabe mencionar que desde 2004, Paraguay fue un exportador neto de capital debido a un superávit en la cuenta corriente de su balanza de pagos. Esto se debía principalmente a los pocos proyectos que requerían financiamiento interno y una baja utilización de créditos externos.

Barreto destacó que en los últimos años, la necesidad de financiamiento viene creciendo más allá del ahorro interno. Para cubrir esta demanda, las instituciones financieras, junto con la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), comenzaron a implementar acciones para atraer capital extranjero.

Asimismo, señaló que la mejora en el spread de riesgo de Paraguay debido al impacto de la calificación de grado de inversión, refleja una mejora en la percepción de riesgo del país por parte de los mercados internacionales, comparado incluso con Uruguay, que históricamente tenía mejores condiciones financieras, lo que se traduce en costos de financiamiento más bajos. 

Por otro lado, Brasil, como socio comercial clave y por su relación en proyectos como Itaipú, influye significativamente en la evaluación del riesgo de Paraguay, según el economista. Sin embargo, nuestro país comenzó a diferenciarse positivamente de su vecino en términos de spread de riesgo, especialmente tras alcanzar el grado de inversión.

El exministro de Hacienda, explicó que desde el inicio del 2024, el spread de riesgo país promedio en los distintos plazos que Paraguay tiene emitida su deuda, ya bajó a niveles de 1,7%, y en los últimos tres meses, alcanzó 1,5%. 

En ese aspecto, señaló que nuestro país, todavía tiene margen y que probablemente, en 2025 en la medida que se avancen con las reformas pendientes, como la del servicio civil, de caja fiscal y, “una serie de cosas que todavía debemos realizar, se consolidará una posición fiscal más creíble a mediano plazo”.

PERSPECTIVAS 2025

De acuerdo a lo expuesto por César Barreto, este año lo único “negativo” que se experimentó, tiene relación con la producción de energía, que registró una caída importante de 30% menos respecto al año pasado. 

Esto impacta directamente en el PIB, pero en términos monetarios, el impacto es más representativo en el sector público, el Estado, los ingresos fiscales y en la propia Itaipú. Sin embargo, en el sector privado, los efectos no son tan evidentes.

“Estimamos que este 2024, el crecimiento del PIB real se ubicará en torno al 3,7%. Pero, depende mucho de cuánto haya impactado económicamente la final de la copa sudamericana, teniendo en cuenta que todo el sector de servicios es el que determina lo que va a pasar en términos de cierre”, explicó el economista.

Cabe destacar que según las estimaciones del Banco Central del Paraguay, la economía cerrará el 2024 con un crecimiento de alrededor del 4%. DENDE por su parte, mantiene su proyección de crecimiento en 3,7% para el cierre de este año. 

Así mismo, para lo que respecta al próximo periodo, también estima un crecimiento del 3,7%, alineado al crecimiento potencial del país. Sin embargo, Barreto resaltó que en estas proyecciones no se incluyen los futuros impactos de las inversiones en el sector forestal.

“Existen inversiones forestales que ya están ocurriendo y que sí impactan, pero es un sector que va a impactar más seguramente, recién en los próximos años”, explicó.

INFLACIÓN Y TIPO DE CAMBIO

En términos de inflación, DENDE considera que no se experimentará muchos cambios y su estimación para el cierre del año es del 3,8% y 4,0% para 2025. En contraste, sobre el tipo de cambio, las expectativas son más inciertas debido a la presión alcista y su posible permanencia hacia el alza. César Barreto explicó que en esta situación influyen dos razones principales, primeramente, la fortaleza permanente del dólar por el efecto Donald Trump y sus políticas. 

Por otro lado, el déficit en la cuenta corriente y la balanza de pago se mantendrá elevado, “A no ser que se experimente una caída en la importación de vehículos, es decir, que caiga el consumo -para lo que debería existir un desincentivo fuerte por el lado de las tasas de interés-”, aseguró.

También, para el año que viene DENDE proyecta un déficit en cuenta corriente cercano al 3% del PIB, algo elevado según los estándares del país. “Este año, 2024, se estima que dicho déficit será del 3,5%, lo que podría generar una presión especialmente alcista sobre el tipo de cambio. Sin embargo, no esperamos un descontrol cambiario”, remarcó.

Por otro lado, enfatizó en que las principales variables macroeconómicas se mantienen estables gracias a una gestión adecuada del presupuesto y a las tasas de interés neutrales del Banco Central. “Es decir, no existen distorsiones importantes en la política económica que puedan desajustar la situación”. 

A su opinión, la cotización del dólar refleja, en gran medida, el comportamiento de los ingresos y egresos de divisas, así como la intervención realizada por el BCP cuando es necesario. Un ejemplo de esto ocurrió a finales del mes de octubre y principios de noviembre, cuando la banca matriz intervino el mercado para reducir el dólar de G. 8.000 a G. 7.800.

Sin embargo, afirmó que es muy posible, que en el futuro, el BCP realice una intervención similar en caso de detectarse movimientos especulativos en el mercado. Se prevé que el tipo de cambio podría llegar a un techo de G. 8.200 en el segundo semestre de 2025, aunque la proyección más precisa es de G. 8.100.

Otra variable clave para determinar el comportamiento de la economía según DENDE, será la cosecha de soja, que se espera se defina entre diciembre y enero. Si la producción enfrenta dificultades, la presión cambiaria podría intensificarse y el crecimiento del PIB sería menor al 3,7% estimado. 

“En ese caso, ajustaremos nuestras proyecciones a finales de enero, y como siempre, informaremos a través de los medios de comunicación cualquier novedad relevante”, dijo el exministro de Hacienda.

Finalmente, Barreto aseguró que por ahora, las perspectivas son positivas para el próximo año, pese a que el entorno global es complicado. “Si Argentina crece, será un factor favorable para Paraguay. 

“En Brasil, aunque se espera un crecimiento inferior al 3%, también es probable que continúe su expansión. Así que, a pesar de algunas dificultades globales, los países vecinos están relativamente bien, lo cual es positivo para nosotros”, remarcó al respecto.

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