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22 de noviembre de 2024

Se acentúa el pesimismo entre los consumidores paraguayos

En un panorama de crisis y falta de recuperación económica, el índice de confianza del consumidor medido por el BCP se ubicó en 42 puntos en abril del 2021, por debajo del nivel neutral de 50 y con un empeoramiento desde los 46 puntos que se reportó en marzo. Esto denota que muchas personas consideran que su situación sigue empeorando en la pandemia.

Nuevamente, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) -encuesta realizada por el Banco Central del Paraguay (BCP)- alejó su resultado de la zona de optimismo, que es de un mínimo de 50 puntos. 

Esta situación se dio por segundo mes consecutivo, ya que el indicador llegó a un puntaje de 42,6 en abril, luego de haberse ubicado en 46 puntos en marzo. 

Al ser consultado por los motivos de esta menor confianza de los consumidores, Miguel Mora, economista jefe de la banca matriz, respondió que la falta de respuestas favorables del sistema de salud ante el incremento de los contagios es el elemento principal a ser tenido en cuenta. 

Apuntó también que este resultado recoge la contracción económica que se tuvo en en los primeros dos meses del año, ya que los datos de recuperación de marzo podrían influenciar positivamente en la opinión de los consumidores para la próxima encuesta a ser realizada en mayo. 

“La encuesta recoge esos primeros meses del año, recién ayer publicamos datos de marzo y cuando los consumidores respondían estas preguntas, tenían esa visión con respecto a la actividad económica. El otro factor es la crisis sanitaria que ha aumentado, teniendo en cuenta la cobertura que puede dar el servicio de salud, que está limitado por los nuevos casos”, manifestó. 

Otra de las preguntas cuya respuesta denota la situación económica deteriorada de los encuestados fue la que apunta a si consideran que la situación seguirá igual o empeorará a nivel país, en los próximos doce meses. A inicios de este año, el 31% respondió que la coyuntura empeoraría y, actualmente, es un 37% el que lo considera así, representando a la mayoría de los encuestados. 

Sobre este punto, Mora sostuvo que la falta de vacunas va generando cada vez mayor nivel de ansiedad e incertidumbre, lo que se constituye en un elemento fundamental para el aumento de la cantidad de personas que piensan que la situación empeorará. 

“Cuando una persona tiene un pariente en situación de COVID, incurre en un gasto importante y eso influye en el comportamiento de los consumidores para responder las preguntas”, afirmó. 

En contrapartida, el economista consideró que se nota un inicio de mejoría en la economía, así como una mayor demanda externa de materias primas que beneficiará al país, y, por ende, la percepción podría ir mejorando en los próximos meses.

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