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22 de noviembre de 2024

S&P: Paraguay tendrá un repunte de créditos en el 2021, pero con calidad deteriorada

La reactivación económica llevará a la cartera de préstamos a un crecimiento de 10% el año que viene. El impacto de la pandemia se seguirá sintiendo a través de las refinanciaciones y los créditos vencidos.

Si bien el sistema financiero paraguayo no logra escaparse de los efectos de la pandemia de COVID-19, el panorama mejora para ciertos indicadores, de cara al 2021.

Este año, los créditos experimentan una desaceleración en sus niveles de crecimiento, al descender a 4% desde el 9,7% en que se ubicaron en el 2019, pero el ritmo retomará vigor hasta un promedio de 10% en el próximo ejercicio anual. Esto sostiene  la calificadora internacional Standard and Poor´s (S&P), en las estimaciones que compartió en su informe “América Latina: Panorama bancario por país”.

Estas proyecciones de repunte del crédito van de la mano con las expectativas para el desempeño económico en su conjunto, ya que S&P considera que a la caída de 2,5% del producto interno bruto (PIB) en el 2020 le seguirá una expansión de 4,5% el próximo año, según relata el informe, en el capítulo dedicado a Paraguay.

“Evolución de calidad de los activos será el principal factor a monitorear” es el mensaje con el que S&P arranca el apartado dedicado a las perspectivas para el sistema financiero paraguayo, para advertir que espera una recuperación más lenta de la calidad de los activos, respecto al ritmo de repunte de la cartera de créditos.

En este sentido, la firma recuerda que el índice de activos improductivos (NPA, por sus siglas en inglés) sube a 4,7% en el corriente año y seguirá aumentando hasta 5,5% en el 2021, desde el 3,9% en que se encontraba en el 2019. Este indicador mide la calidad de los activos y se construye a partir de la cartera vencida a sesenta días más el saldo de activos recuperados.

S&P observa un debilitamiento de la calidad de los activos también por el lado de los créditos renovados, refinanciados y reestructurados (RRR), que siguen aumentando al igual que los préstamos aprobados bajo las nuevas medidas temporales relacionadas con la pandemia.

Fragilidades del sistema. La entidad reconoce que este deterioro en la calidad del crédito fue mitigado por las medidas temporales dispuestas por  el Banco Central del Paraguay (BCP), ya que permitieron refinanciar ya los préstamos afectados por la sequía del 2019, pero advierte que persisten los rezagos en el marco regulatorio, frente a estándares internacionales, así como las “debilidades en términos de supervisión”.

La elevada dolarización de la deuda en el sistema bancario – cercana al 50% – y la fuerte presencia (34%) de los sectores agrícola y ganadero – altamente expuestos a ciclos económicos y climáticos – en la cartera de créditos son otros elementos que exhiben la debilidad de la salud financiera en Paraguay, según el reporte de S&P.

Respecto a los indicadores de rentabilidad del sistema bancario, explica que esperan una baja “por menores márgenes y más gastos por provisiones. Las pérdidas crediticias subirán en 2020 por la menor calidad crediticia y provisiones diferidas. Los bancos entraron al shock con capital regulatorio adecuado, pero su capitalización podría caer por la menor rentabilidad pese al bajo crecimiento de los activos”.

Admitiendo que todavía es incierta la duración de los efectos de la pandemia, S&P anuncia que seguirá monitoreando la evolución de la economía paraguaya en lo que resta del 2020 y en el 2021, el impacto del crecimiento de Brasil – país al que reconoce como principal destino de nuestras exportaciones – y la economía “aún muy débil” de Argentina.

También menciona la eventual amenaza de condiciones climáticas adversas, entre ellas las sequías, por su impacto en la navegabilidad de los ríos. “Observaremos la evolución de la calidad de los activos para revisar los posibles aumentos en pérdidas crediticias en próximos años, lo que dañaría la rentabilidad y capitalización del sistema, que a su vez limitaría el avance del crédito tras concluir el impacto de COVID-19”, culmina el reporte.       

Lea también: BCP mantiene en 0,75% la tasa de interés de referencia.

Capacidad de pago aún deprimida. A pesar del mayor dinamismo que vino adquiriendo la actividad económica, con el avance de las fases de la “cuarentena inteligente”, agentes del mercado observan que la capacidad de pago a nivel local aún no llega a los niveles esperados.

La consultora Mentu sostiene este análisis a través de la relación entre las previsiones del sistema bancario sobre los créditos vencidos, que llegó a 119,8% en junio de 2020 y aumentó en 20,8 puntos porcentuales desde el cierre del primer semestre del 2019, según registros del BCP.

 “Este resultado del ratio se debe a que el aumento registrado en las previsiones del ejercicio es superior al de la cartera de créditos vencidos, considerando que la primera ascendió a G. 3,6 billones, registrando un crecimiento de 39,6% comparado a junio del 2019, mientras que los préstamos vencidos sumaron G. 3 billones, lo que se traduce en un incremento de 15,4%”, explica la firma, en su boletín diario.

Por otro lado, se refiere al aumento de la morosidad, de 2,98% a en junio de 2019 a 3,18% en mismo mes del presente año, así como al aumento del saldo de los créditos en las categorías 4, 5 y 6 – las que tienen mayor mora –, lo que condujo al mencionado aumento de las previsiones.

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