Después de 10 años, la calificadora internacional Standard & Poor’s Global Ratings (S&P) elevó ayer jueves la calificación crediticia soberana de Paraguay, a “BB+”, desde el “BB» en que estaba desde el 2014.
La noticia la dio a conocer el ministro de Economía, Carlos Fernández Valdovinos, y a través de su cuenta X destacó que, con esta calificación, nuestro país está a un escalón del grado de inversión.
Además, aseguró que este importante logro representa más oportunidades para las inversiones y el crecimiento económico, genera mayor confianza de inversores en la economía nacional; además de permitir acceso a mejores condiciones financieras para Paraguay.
También, este viernes, el presidente de la República, Santiago Peña, a través de su cuenta oficial en X (ex Twitter) resaltó que, con pasos firmes, Paraguay va hacia adelante.
“Mejoramos nuestra calificación acercándonos al anhelado grado de inversión, que traerá más inversiones para la generación de empleos y el fortalecimiento de nuestra economía. ¡La grandeza de Paraguay resurgirá a partir del trabajo!”, escribió.
También, desde la cuenta de la Presidencia, resaltaron que gracias al gran trabajo en equipo, “subimos un grado en nuestra calificación internacional, lo que nos acerca al grado de inversión, que será clave para generar miles de puestos de trabajo y mejorar la economía de todos los paraguayos”.
Argumentos para la calificación
Según el boletín “Pulso Financiero”, de la consultora Mentu, esta calificación respondería a la mayor resistencia económica observada. S&P tiene la expectativa de que el crecimiento económico sostenido pueda mitigar la presión del gasto y los posibles riesgos climáticos, además de contribuir a la capacidad del Gobierno para estabilizar la deuda.
Así también, consideró que la estabilidad macroeconómica y el exceso de oferta de energías renovables atraen inversiones que sostendrían el crecimiento y contribuirían a la diversificación económica gradual.
La consultora menciona también que, entre las limitantes señaladas por S&P, se encuentran la debilidad institucional y un mecanismo de transmisión monetaria más débil que el de sus pares. A lo planteado por S&P se sumaría el bajo capital humano calificado del país, lo que requiere de acciones concretas para mejorar la calidad de la formación de las personas.
Políticas macroeconómicas prudentes, déficits fiscales y deuda sostenibles
Según el Ministerio de Economía, la mejora de la calificación refleja el historial de Paraguay con políticas macroeconómicas prudentes, déficits fiscales y deuda del Gobierno sostenibles. Así también, una sólida posición externa que ha reforzado la resiliencia de la economía paraguaya frente a shocks externos y ha provocado que el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita aumente consistentemente.
En su informe, la calificadora menciona que la agenda del Gobierno está guiada por el compromiso de impulsar reformas estructurales para mejorar la eficiencia del sector público e implementar políticas de resiliencia climática.
Cabe destacar que, desde el segundo semestre del 2023, el Gobierno ha logrado grandes avances en dicha materia como, por ejemplo, la creación de la Superintendencia de Valores y de la Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones, la creación del Ministerio de Economía y Finanzas y de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios.
Del mismo modo, ha logrado hitos relevantes como, por ejemplo: la profundización del mercado local con una mayor participación de inversionistas no residentes, procesos de desdolarización de la deuda pública, así como mejoras en la recaudación.
Asimismo, la calificadora elevó el indicador de Transferencias y Convertibilidad (T&C) de Paraguay a BBB- (Nivel de Grado de Inversión) de una calificación de BB+. Este indicador mide la probabilidad de que un Gobierno limite el acceso a divisas para el pago de sus deudas.
Esta calificación, a nivel de grado de inversión, refleja la fortaleza económica y financiera del Paraguay, así como su capacidad para cumplir con sus obligaciones financieras. Es importante destacar que esto implica un avance hacia el Grado de Inversión de la Calificación Soberana del país.