Según Bloomberg, las acciones sufrieron un fuerte revés, los bonos repuntaron y el oro alcanzó un máximo histórico ante señales de debilitamiento en el principal motor de la economía estadounidense y preocupaciones de que la inflación pueda ganar tracción en medio de una guerra comercial.
A solo una sesión del cierre de un trimestre que se perfila como el peor para el S&P 500 desde 2022, el índice cayó un 2%. Los datos revelaron un desplome en la confianza del consumidor en EE. UU. y un aumento en las expectativas de inflación a largo plazo.
Este escenario se intensificó tras otro informe que evidenció un gasto moderado y un repunte de los precios previo a la implementación de nuevos aranceles en EE. UU. la próxima semana. Como resultado, un indicador de grandes empresas tecnológicas se hundió un 3%, mientras que el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años cayó 10 puntos básicos, hasta el 4,26%.
En los mercados bursátiles, el S&P 500 retrocedió un 2%, el Nasdaq 100 perdió un 2,6%, el Dow Jones bajó un 1,7% y el MSCI World también cayó un 1,7%.
En el mercado de bonos, el rendimiento del Tesoro estadounidense a 10 años descendió 10 puntos básicos, situándose en 4,26%. En Europa, el bono alemán cayó cinco puntos básicos hasta el 2,73%, mientras que el británico retrocedió nueve puntos básicos hasta el 4,69%.