Según Bloomberg, la caída de las acciones tecnológicas de gran capitalización del jueves se extendió a empresas más pequeñas y acciones financieras, ya que las señales de debilidad económica superaron el optimismo sobre posibles recortes de tasas.
Casi todos los grupos principales del S&P 500 bajaron, y el índice de referencia de la renta variable estadounidense cayó casi un 1%. Un reciente repunte que llevó al indicador a casi 40 máximos históricos este año aumentó las expectativas de un retroceso o, al menos, de una consolidación. Estas expectativas crecieron después de que una amplia gama de empresas se disparara en pocos días, superando a las grandes tecnológicas que lideraban el mercado alcista.
La convicción de que el banco central podría relajar su lucha contra la inflación ha provocado una retirada de las acciones de mega capitalización, que surgieron durante el ciclo de ajuste de la Reserva Federal como una operación de seguridad de facto debido a sus ganancias constantes y balances impecables. Anteriormente, el dinero había estado fluyendo hacia una franja más amplia de empresas industriales y de productos básicos, aunque estas también se sumaron a la liquidación.
Los principales índices bursátiles cerraron de la siguiente manera: el S&P 500 cayó un 0,8%, el Nasdaq 100 retrocedió un 0,5%, el Dow Jones cayó un 1,3%, mientras que el MSCI World bajó 0,8%.
En cuanto al rendimiento de los bonos del tesoro, el rendimiento de los bonos estadounidenses aumentó a 4,20%, el de los bonos alemanes subió a 2,43%, mientras que el de los bonos británicos disminuyó a 4,06%.
