Al cierre del lunes, el rendimiento de los bonos a dos años se desplomaron en más de medio punto porcentual registrando los tres mayores días de caídas desde el “Black Monday” de octubre de 1987.
La agitación ha provocado una rápida reevaluación de la dirección de la política de la Fed. Ante esto, los comerciantes de swaps ahora están cotizando en aproximadamente un 50 % de probabilidad de que la Fed suba otro 0,25% a finales de este mes.
En este contexto, El S&P 500 cerró la jornada con una caída del 0,2%, tras rebotar entre ganancias y pérdidas en medio de una caída en las acciones bancarias mientras que el Nasdaq, sensible a las políticas, subió un 0,8%, el Down Jones retrocedió 0,3% al igual que el MSCI World Index un 0,4%.
Las consecuencias del colapso de SVB llevaron al presidente Joe Biden a prometer una regulación más estricta de los prestamistas de EE. UU., al tiempo que tranquiliza a los depositantes que su dinero está seguro.