El sistema bancario durante los primeros siete meses del 2023, logra posicionarse como uno de los rubros con el mejor desempeño en la economía, a pesar de los efectos negativos de la inflación y de una política monetaria contractiva.
Algunos indicadores de este rubro han crecido de manera sostenida como las utilidades, los depósitos y los créditos, sin embargo, en este proceso también la morosidad ha tenido un repunte y actualmente se ubica en 3,6%, causado principalmente por las cartera de créditos al comercio al por menor y del consumo.
Sin embargo, especialistas del sector bancario explicaron que la morosidad si bien se ubica en un nivel elevado, comienza a superar los efectos de la pandemia, periodo que desafió a las entidades a implementar medidas excepcionales y liquidez para atender urgencias.
Durante este año, el sistema bancario al mes de julio logra mantener una dinámica positiva y de crecimiento en cuanto a las utilidades, registrando una variación interanual del 26%.
Si se tiene en cuenta solamente el resultado del mes citado, las ganancias de julio fueron de G. 274.877 millones (USD 37,8 millones) y, con ello, acumularon USD 324 millones en los primeros siete meses del año.
En cuanto a los demás segmentos, se observa que la cartera de créditos acumuló un monto de G. 128,6 billones hasta julio del 2023, lo que representa un valor superior en 10,4% con relación al mismo mes pero del año pasado.
De la misma manera, se observa un crecimiento en la cartera de los depósitos, el sistema reportó un crecimiento del 11,8% al totalizar un monto de G. 139 billones, que también viene fortaleciéndose durante el primer semestre con un crecimiento que se fue acelerando mes a mes.
Sin embargo la morosidad de julio se ubica en 3,4% que en valores reales equivale G. 4,3 billones.
En entrevista con MarketData, Hernán Colmán, superintendente de bancos, indicó que si bien uno puede ver que en los indicadores de morosidad existe una leve modificación al alza en los últimos meses, explicó que en realidad todavía el nivel de magnitud es muy pequeño, es decir, que la variación no resulta preocupante para la estabilidad del sistema.
Colmán precisó que el nivel total de la morosidad en promedio de bancos y financieras sigue por debajo del 4%, que en su mayoría está concentrada en préstamos en moneda nacional y en menor proporción en moneda extranjera.
En este sentido, el superintendente argumentó que dentro del resultado total de la morosidad también se tiene en cuenta los préstamos otorgados durante la pandemia, a través de medidas excepcionales.
“Es importante tener en cuenta que recién ahora el mercado comienza a desprenderse de los efectos de la pandemia”, sostuvo.
En el 2020, la cartera de préstamos otorgado dentro de las medidas excepcionales de la pandemia representaba el 30% del total de todos los préstamos del sistema, dichos préstamos actualmente representan sólo 3%, lo que demuestra que el saldo en su gran mayoría fue honrado satisfactoriamente o refinanciado y que una pequeña proporción está en la morosidad.
“Está cayendo de manera muy gradual, lo que significa que se refinanció o realmente pasó un poquitito tal vez a morosidad, pero el resto se está pagando,entonces por un elemento de alerta que siempre teníamos era cómo se comportaba esa cartera bajo medida excepcional y vemos que eso fue saliendo gradualmente aquí a final de año probablemente ya nos quedamos con saldo cero”, estimó el superintendente.
Al ser consultado sobre un posible impacto de la deuda del estado con sus proveedores afirmó que no se ha reflejado en los niveles de morosidad o en calificaciones de crédito, debido al esfuerzo que realizaron los bancos, en establecer medidas flexibles para seguir dando apoyo a estos sectores.
Precisamente las operaciones de estas empresas que operan con el estado, generando tenían operaciones de descuento de instrumentos, entonces no evidenciaron un impacto en la morosidad, debido a que los bancos realizaron un esfuerzo y renegociando, probablemente con cierto impacto financiero en el costo de las tasas de interés para estas empresas, pero en ningún momento ellos dejaron de dar apoyo a esas empresas.
“Entonces siempre estuvieron renovando, entonces no veíamos como un gran peligro, por lo menos como una acumulación de riesgo, porque los bancos también pusieron de su parte, y más ahora que escuchamos que el gobierno va a hacer esfuerzos para ponerse al día con esta, entonces va a mejorar aún incluso el eventual impacto en esa, en ese atraso”, enfatizó.
“Entonces siempre estuvieron renovando, entonces no veíamos como un gran peligro, por lo menos como una acumulación de riesgo, porque los bancos también pusieron de su parte, y más ahora que escuchamos que el gobierno va a hacer esfuerzos para ponerse al día con esta, entonces va a mejorar aún incluso el eventual impacto en esa, en ese atraso”.
Hernán Colman, Superintendente de Bancos.
Rezago de Política monetaria
Al ser consultado sobre los eventuales efectos que tendría la política monetaria y las decisiones que tomaría el comité en los próximos meses, Colmán explicó que primeramente se debe tener en cuenta que la reducción de la TPM no posee un efecto inmediato en el umbral de tasas de interés.
En esta misma línea, sostuvo que aún resulta prematuro medir qué efecto tendría en las tasa pasivas y activas, puesto que se desconoce si el BCP seguirá recortando tasas y a qué velocidad lo haría.
De igual manera explicó que el rezago de la política monetaria posee un tiempo estimado de 6 meses o más aproximadamente.
“El efecto lo vamos a ver primero por el lado de las tasas activas, que probablemente las tasas pasivas, pero es muy temprano todavía para poder dar una reflexión sobre la velocidad de ahora pero históricamente uno lo que puede decir es que el rezago más o menos toma un semestre para que se siente el vuelco completo en eso”,
En cambio, Hernán Colmán explicó que más allá del efecto de la tasa de interés de política monetaria en valores reales, esto se puede analizar en las expectativas, la demanda de créditos que hay en la economía.
“Entonces la tasa si bien va a reflejar el impacto de política monetaria en realidad en la cantidad de créditos y concesiones y solicitudes donde podemos ver los primeros indicadores”, argumentó el superintendente.
De hecho, es importante decir que tanto los depósitos como créditos en lo que va del año están creciendo casi en un nivel de 10% en forma estable, eso también lleva a que las entidades financieras muestran una mejor rentabilidad y esperamos que este año se cierre en esos mismos niveles, más allá de la reducción de tasa, verdad.