En el tercer trimestre de este año, la población ocupada en actividades no agropecuarias es de 2,3 millones de personas. De este total, los que son formales suman 899.536 y los ocupados informales, 1,4 millones, es decir, representan el 61,7% del total de los ocupados no agropecuarios.
Estos datos se desprenden de los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares Continua (EPHC) publicados el pasado 10 de noviembre por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que en esta versión ya incorporó algunos datos del censo realizado el año pasado.
El informe del INE muestra que, en comparación con el tercer trimestre del año 2022, la población ocupada en actividades no agropecuarias aumentó en alrededor de 61.099 personas, de las cuales 41.290 son ocupados informales (asalariados que no aportan a algún sistema de jubilación en su ocupación principal o independientes que no cuentan con RUC por la actividad económica declarada como principal).
Es decir, de la totalidad de los nuevos ocupados en el citado sector, en el tercer trimestre de este año, el 67,58% son informales.
No obstante, es importante resaltar que la totalidad de los trabajadores informales disminuyó en 41.646 personas en el transcurso del último año. (Ver gráfico)
En contrapartida, desde el Ministerio de Trabajo destacaron que la generación de nuevos puestos de trabajo en actividades no agropecuarias fue acompañada con una creciente contribución de 23.958 puestos formales en término interanual.
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Respecto al segundo trimestre de 2023, si bien la cantidad de ocupados en este ámbito registró un nulo crecimiento, se resalta la generación de más de 40.000 empleos formales. Esto significa que las personas que se encontraban en el mercado laboral como informales pasaron a la formalidad, generándose una rotación interna.
Afirmaron que, sobre esta línea de base, el Gobierno apunta a avanzar en la formalización, en la ocupación y en mantener los niveles bajos de desempleo, a través de las políticas activas de empleo que brinda el sector público para conectar la oferta y la demanda, y favorecer a que las personas puedan conseguir trabajo en el menor tiempo posible.
“Considerando estos niveles de los indicadores laborales, el Gobierno apunta a avanzar en una mayor generación de puestos trabajos, el aumento de la formalización laboral y mejorar la productividad de las empresas a través de las políticas activas de empleo mediante los servicios de intermediación laboral que ofrece el sistema público de empleo y de formación y capacitación laboral”, añadieron.
Revisión de los factores de ponderación
Es importante mencionar que, para este informe, el INE ya consideró la cantidad de población total con la que cuenta nuestro país según los resultados preliminares del último Censo Nacional de Población y Vivienda realizado el año pasado.
El INE dice que para las estimaciones de los totales poblacionales de toda la serie de la Encuesta Permanente de Hogares Continua -que inició en el año 2017- hasta la última publicación, correspondiente al segundo trimestre del año 2023, los factores de ponderación que provienen del diseño muestral fueron ajustados por los volúmenes poblacionales que indicaban las proyecciones de población revisadas del 2015, para cada estrato de estimación.
“Con los resultados preliminares del Censo 2022, se demostró que las proyecciones estaban sobreestimadas, razón por la cual se procedió a estimar los volúmenes poblacionales a partir de los factores de ponderación que provienen del mismo diseño muestral y sin ajustar a las proyecciones”, explica.
Añade que para que las estimaciones de totales poblacionales que resulten de la Encuesta Permanente de Hogares sean precisas, es necesaria la exhaustiva actualización Cartográfica de las Unidades Primarias de Muestreo que datan del Censo 2012. Esta actividad se realizó en el marco del Pre-censo 2022, lo que permitió la comparabilidad de sus resultados con los del Censo 2022.
El INE enfatiza en que las estimaciones actuales son distintas a las contenidas en publicaciones anteriores, sin embargo, las tasas o valores relativos no fueron afectados por los ajustes en los factores de ponderación.
De hecho, el informe de Ocupación Informal que difundió el INE hace unos meses indicaba que la tasa de informalidad de nuestro mercado laboral se ubicó en 63% en el 2022, tras haber subido a 65,2% y 64,2% en 2020 y 2021 -los años más afectados por la pandemia-, desde el nivel de 63,7% en que había estado en el 2019
De esta manera, se puede notar que la tasa de informalidad laboral no sufrió grandes cambios con la actualización de los datos de población, los cuales se ajustaron de 7,45 millones a 6,1 millones de habitantes con el Censo 2022
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