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27 de abril de 2025

Paraguay pide a la COP28 no cargar con los daños de la revolución industrial y que le permitan desarrollarse

Nuestro país manifestó ciertas objeciones al Balance Global de la COP28. Una insatisfacción es respecto al llamado a las partes a reducir las emisiones de metano y otra se relaciona con los términos del párrafo 33, que aborda los esfuerzos para detener o revertir la deforestación.

El Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) comunicó que Paraguay manifestó ciertas objeciones al Balance Global que ha adoptado la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28) celebrada en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, y que concluyó ayer miércoles. 

Según detallaron, en particular, nuestro país expresó su insatisfacción respecto al llamado a las partes a reducir las emisiones de metano -señalado en el párrafo 28, inciso f-.

Esta insatisfacción se debe a que gran porcentaje de las actividades económicas nacionales se relacionan con el sector productivo y se desarrollan bajo rigurosas consideraciones medioambientales, según se sostiene en el pronunciamiento nacional.

Adicionalmente, nuestro país manifestó su desacuerdo con los términos del párrafo 33, que aborda los esfuerzos para detener o revertir la deforestación, y destacó la importancia de referirse específicamente a la deforestación ilegal y de tener en cuenta las diversas circunstancias de los países.

“Paraguay resaltó su papel clave en la seguridad alimentaria y energética, renovando su compromiso con un enfoque equilibrado y sostenible”, sostiene el comunicado del MRE. 

Argumentó que países en pleno proceso de consolidar su desarrollo no deben cargar con responsabilidades desproporcionadas por los daños ocasionados durante la industrialización en los siglos XIX y XX. 

“La firme defensa del principio de responsabilidades compartidas, pero diferenciadas, busca que las circunstancias particulares de los países sean consideradas al establecer medidas de protección medioambiental”, menciona la Cancillería Nacional. 

En este sentido, se sostuvo que el Paraguay, con emisiones de CO₂ que representan solo el 0,10% a nivel mundial, con un significativo 44% de su territorio cubierto por bosques y un 15% bajo la protección de áreas silvestres, no debe renunciar a las oportunidades de expansión comercial y generación de empleo.

Este principio encuentra su fundamento en el derecho al desarrollo, un derecho humano inalienable respaldado por las Naciones Unidas.

El documento sobre el Balance Global no tiene carácter vinculante. No obstante, los representantes paraguayos han dejado en claro y de manera contundente la posición del país en defensa de los intereses nacionales. Estas declaraciones quedarán registradas en el informe final de la COP28.

Mensaje de Peña en la COP28

Cabe recordar que el presidente Santiago Peña, en su discurso ante el pleno de la COP 28, había asegurado que nuestro país quiere ser parte de la solución, porque como muchos países pequeños, sufre las consecuencias del daño que están haciendo las economías más desarrolladas.

“Hemos levantado nuestra voz firme en defensa del modelo de desarrollo productivo del Paraguay, un país que tiene la responsabilidad de abastecer con alimentos a su población y al mundo, pero al mismo tiempo, rechaza las enormes presiones a nivel internacional para la aplicación de sanciones y medidas medioambientales, que limitarán el desarrollo de nuestro país”, había remarcado.

El mandatario había destacado a Paraguay como un país productor de energía limpia y renovable. Además, abogó por medidas reales que reparen el planeta.

“En mi país, Paraguay, el 100% de la energía es limpia y renovable. Albergamos una riqueza biológica única y un sólido potencial como sumidero de carbono. El 44% del territorio nacional cuenta con cobertura forestal y el 15% se encuentra bajo el régimen de áreas silvestres protegidas. Así también, el 94% de la superficie sembrada de soja en la Región Oriental de mi país, de la que somos el sexto productor mundial, está libre de deforestación”, destacó el mandatario.

Señaló, también, la necesidad de que las medidas de protección al ambiente deben ser rigurosas y justas; “sobre todo, deben respetar los principios rectores del Acuerdo de París, como el de responsabilidades compartidas, pero diferenciadas, teniendo en cuenta las capacidades y condiciones particulares de los Estados, especialmente de aquellos que necesitan afianzar su desarrollo, como Paraguay”, expresó.