De acuerdo a los datos proporcionados por la superintendencia de bancos, el total de los préstamos refinanciados, reestructurados y renovados RRR del sistema bancario ascienden a USD 2.642 millones, este valor representa un incremento del 8,9% en relación a enero del año pasado, cuando estos alcanzan los USD 2.424 millones.
Es importante mencionar que si se tienen en cuenta el valor de ambas cartera entre un año y otro, es esperable que este año sea mayor debido a que los préstamos totales han continuado expandiéndose a lo largo del año, no obstante, el porcentaje de las RRR sobre el total, es un parámetro más preciso para determinar la dinámica.
Precisamente este segmento podría estar expandiéndose en línea con el crecimiento del crédito que lo viene haciendo en un ritmo del 10%, además de eso, se debe tener en cuenta la actividad económica de los rubros con mayores complicaciones para honrar sus deudas. En este contexto podríamos recordar al sector de la construcción, el agro y los préstamos de consumo. Este último posee una de las tasas más elevadas de morosidad.
Sin embargo, las expectativas son alentadoras para los próximos meses, ya que existe una estimación de crecimiento económico del 3,8% para este año, en línea con una continúo descenso de la tasa de política monetaria que podría llegar a un nivel neutral.
Esta es la composición de los préstamos de la cartera RRR: los renovados representan en 11,25%, refinanciados 0,58% y los reestructurados 2,13%, según el informe de indicadores financieros.
Es importante recordar que a inicios de este año, la Superintendencia de Bancos emitió una resolución por la cual se extienden hasta el próximo 31 de marzo las medidas transitorias para la refinanciación de préstamos al sector agrícola, con el objetivo de mitigar los efectos climáticos que podrían darse.
En la resolución emitida por la banca matriz, se indicó que se prevé que este último fenómeno afecte incluso hasta el primer trimestre de 2024. Por ello, y en consideración a estos factores, consideraron oportuno que la misma esté vigente hasta el 31 de marzo.
Con esta medida, se dispuso que la formalización de las renovaciones, refinanciaciones o reestructuraciones del capital, incluyendo los intereses devengados y otros cargos, hasta la fecha del nuevo acuerdo o contrato de aquellos préstamos otorgados a los sectores vinculados a la actividad agrícola y ganadera afectados por impactos adversos de la naturaleza, así como en particular los productores agrícolas que sufrieron pérdidas por la reducción de los precios de sus productos en periodos anteriores, interrumpirá el cómputo del plazo de mora.
Además, comentaron que para los riesgos mayores, de modo a asegurar su viabilidad financiera, será imprescindible realizar un análisis previo, de forma individual o por sectores económicos, actividades similares, o por grupo de clientes con perfil de riesgo similar.