Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en Paraguay, las mujeres representan aproximadamente el 49,7% de la población al cierre del 2023. A pesar de tener un mayor promedio de años de estudio (10,1 años versus 9,8 años para los hombres), su participación en el mercado laboral es menor, y suelen trabajar en condiciones informales, percibiendo salarios más bajos en promedio. Las mujeres tienen una tasa de ocupación del 53,9%, frente al 79,1% de los hombres.
Además de eso, sus ingresos promedio ascienden a G. 2.341.000, siendo G. 674.000 menos que el promedio de los hombres (INE, Encuesta Permanente de Hogares Continua 2022) y estas diferencias en el acceso a la economía formal también se reflejan en el sistema financiero. Las mujeres poseen el 44% de las cuentas de depósito, frente al 50% de los hombres. En cuanto a créditos, el acceso es aún menor: las mujeres representan el 40% de los créditos otorgados, mientras que los hombres, el 55%.
Desde el BCP explican que en el año 2014 Paraguay implementó la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) con un enfoque que abarca acceso, uso y calidad de los servicios financieros, bajo una regulación que garantice la protección del consumidor y la educación financiera.
El Banco Central del Paraguay, que es miembro de la Alianza para la Inclusión Financiera (AFI), estableció compromisos hacia la inclusión financiera de las mujeres. En 2016, la AFI lanzó el Plan de Acción de Denarau (DAP), cuyo objetivo es mejorar la inclusión financiera de las mujeres.
Algunos datos recopilados por el BCP precisan la cantidad de cuentas de depósito, brecha sobre cantidad de cuentas de depósito, cantidad de créditos otorgados, por sexo, en las siguientes infografias.
Las brechas en la utilización de servicios financieros entre hombres y mujeres persisten en Paraguay. Sin embargo, gracias a esfuerzos como la ENIF y la implementación de políticas intencionadas hacia la igualdad de género, se están logrando progresos importantes. La recopilación de datos desglosados por sexo es fundamental para monitorear estos avances y ajustar estrategias que faciliten la inclusión financiera de las mujeres.
