Por: Ivonne Aristizabal, Economic Intelligence Investor.
El emprendedurismo se define conceptualmente como las personas innovadoras y creativas, las cuales observan oportunidades donde los demás solo perciben rutina, riesgo excesivo y hasta fracaso, y que pueden tomar sus actividades empresariales casi como un juego de azar, donde el que más apuesta, es el que más gana. (Sung Park & Duarte Masi, 2021).
EMPRENDEDURISMO EN PARAGUAY
Los emprendedores forman parte del desarrollo económico de un país, así como de su crecimiento debido a la gran cantidad de la población que dedica sus actividades a emprender, en especial en un país con la estructura económica que poseemos.
En Paraguay, una de cada tres personas ocupadas, obtienen ingresos por medio de trabajos de microempleos a autoempleos, indicando la gran importancia que tiene para el desarrollo económico. (MarketData, 2021).
Al cierre del año 2022, en el país se contabilizaban unas 366.977 mipymes formalizadas con RUC, según el boletín sobre formalización y empleo de mipymes 2023, demostrando la cantidad e importancia que tienen para nuestro país, los emprendedores.
De estas, el 88% corresponden a microempresas, el 10% a pequeñas empresas y el 2% a medianas. Del total de estos emprendimientos, una de las características principales es que se desempeñan dentro del sector terciario, en un 76%. (Rivas Martínez, 2023).
CUENTAPROPISMO EN PARAGUAY
De este modo, cabe destacar la importancia del cuentapropismo en Paraguay, debido a la gran cantidad de personas que realizan trabajos de manera independiente, mediante sus emprendimientos.
Según el boletín trimestral de empleo (EPHC) al 2° trimestre del 2024, el 31,5% de la población ocupada, trabaja como cuenta propia, sumando a los trabajadores independientes como el 41,1% sobre el total de la población.
ECOSISTEMA EMPRENDEDOR EN PARAGUAY
El ecosistema emprendedor en Paraguay experimenta actualmente un crecimiento notable, debido a la aparición de incubadoras y aceleradoras de empresas que potencian ese crecimiento, organizaciones como Koga Impact Lab entre otras, que ayudan a los emprendedores además de hacer crecer sus negocios, a capacitarse para adentrarse al ecosistema emprendedor.
Desde el ámbito público, el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) ofrece programas de apoyo y capacitación a emprendedores a través del Viceministerio de Mipymes, con asesoría técnica y financiera.
PRINCIPALES BARRERAS
El empleo informal se refiere a todo trabajo remunerado que no se encuentra registrado, regulado o protegido por marcos legales o normativos, así como también el trabajo no remunerado llevado a cabo en una empresa generadora de ingresos (Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2013).
Una de las principales barreras a las que se enfrentan tanto los trabajadores independientes, como los emprendedores es la informalidad. Según el boletín de ocupación informal del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) la tasa de ocupados informales al año 2023 es de 64,1% a nivel nacional, las mujeres presentan una tasa del 67,0% y los hombres del 62,0%.
Este nivel de informalidad también se puede observar desde el punto de vista de las empresas, según los datos del boletín sobre formalización y empleo de mipymes. En la ilustración 3, se puede apreciar que, al cierre del 2022, las que cuentan con un mayor nivel de informalidad son las microempresas, en un 93% estas se encuentran en estado de no formalización en nuestro país.
Otro de los efectos de la informalidad, pueden ser los emprendimientos de subsistencia. Según el estudio de la “Economía informal en Paraguay” de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), los emprendimientos que se basan en la subsistencia más que en la identificación de oportunidades de negocios, terminan operando con bajos niveles de productividad y presentan grandes diferencias con respecto a otros emprendimientos, con ingresos menores laborales y concentran mayor cantidad de informalidad.
La informalidad constituye una barrera importante en la que se debe trabajar a nivel país debido a que los trabajadores informales tienen más posibilidades de ser trabajadores pobres, presentan una mayor exposición a déficits de trabajo decente, en especial para las trabajadoras informales. (Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2020)
