El Reino Unido sorprendió en la mañana de este miércoles con la noticia de la aprobación de la vacuna contra el COVID-19 y la disponibilidad de las dosis desde la próxima semana.
De esta manera, la vacuna desarrollada por Pfizer/BioNTech inmunizará primero a los ciudadanos británicos y este país ganó a Alemania y Estado Unidos en la carrera por la aprobación del biológico.
La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido (MHRA, por sus siglas en inglés) autorizó el uso de emergencia de esta vacuna antes que la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) y su contrapartida de la Unión Europea.
Esta movida es particularmente llamativa porque BioNTech tiene su base en Alemania y recibió 375 millones de euros (unos 450 millones de dólares) en fondos desde el Gobierno de este país. Pfizer, por su parte, tiene un acuerdo para proveer a Estados Unidos de 100 millones de dosis, pero no recibió una ayuda directa desde la Casa Blanca para la investigación.
De todas maneras, ganar esta aprobación viene como un salvavidas para el Primer Ministro Británico, Boris Johnson, que se encuentra en una situación compleja desde lo político – lidiando con el Brexit –, lo sanitario – con la pandemia – y lo económico – por la contracción más profunda en 300 años –.
Por otro lado, surgieron preocupaciones alrededor del tiempo que llevó el desarrollo de esta vacuna – estuvo lista en diez meses, en lugar de los habituales diez años – y por qué la MHRA fue más rápida que los otros reguladores para aprobar su uso.
Cuando fue presionada sobre esta situación, la Jefa Ejecutiva del ente regulador británico, June Raine, dijo que sus colegas han trabajado de noche y durante los fines de semana. Además, aseguró que el público puede estar completamente seguro de que los estándares con los que se han trabajado son equivalentes a los del resto mundo.
El ente regulador americano dijo que opta por dos meses de prueba para aprobar la vacuna, un periodo de tiempo que no se dio en el Reino Unido.
“La cantidad de datos enviados a la FDA incluye miles de páginas de información técnica que deben ser divididas y revisadas por expertos de diferentes disciplinas”, dijo un portavoz de la FDA en un comunicado enviado por correo electrónico.