El impacto fiscal de la asistencia que desplegó el Estado paraguayo para contener los efectos de la pandemia de COVID-19 se encuentra cerca del 3% del producto interno bruto (PIB), según cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI) recogidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Poco más de la mitad del alcance de estas acciones llegó a los hogares, mientras que la proporción restante se destinó al sistema de salud, detalla el reporte Panorama Laboral 2020. En las empresas, el organismo internacional observa un nulo impacto.
Bolivia y Ecuador tuvieron un desempeño similar a Paraguay en cuanto al enfoque de sus asistencias estatales; mientras que Brasil realizó el esfuerzo más significativo, con un paquete de medidas fiscales que representó más del 8% de su PIB
El gobierno que más espacio dio a las empresas en sus acciones de apoyo fue Chile, con la mitad de su paquete fiscal destinado a este menester. En América Latina, el menor despliegue de medidas fiscales se detectó en México, con un impacto que no alcanzó ni 1% del PIB
¿Cómo actuó el Gobierno?
Al analizar la tipología y los instrumentos de las principales políticas utilizadas en América Latina y el Caribe para sostener el empleo y otorgar seguridad económica a las familias y las personas, la OIT recalca que en Paraguay se optó por el sostenimiento y la promoción de la relación laboral, y la seguridad económica para familias y personas en la economía informal.
Dentro de la categoría relacionada con subsidios a la nómina salarial, Paraguay estableció un subsidio para los asalariados formales que ganan hasta dos salarios mínimos y cuyos contratos de trabajo fueron suspendidos debido al cese de actividades por la pandemia. El monto del subsidio corresponde al 50% del salario mínimo y es financiado por el Gobierno Nacional a través de una transferencia específica para este propósito al Instituto de Previsión Social, relata el reporte Panorama Laboral 2020, de la OIT.
Además, se constituyó el Fondo Social a través del cual se otorga un subsidio del 25% del salario mínimo hasta dos veces a trabajadores informales independientes o a los asalariados de micro, pequeñas o medianas empresas.
El programa “Pytyvõ”, por su parte, alcanzó a aproximadamente 1 millón de beneficiarios hacia mediados de junio de 2020. En setiembre 2020 se inició una nueva etapa de este programa donde se prevén cuatro pagos mensuales adicionales, alcanzando a 770.000 potenciales beneficiarios. A su vez, se amplió la cobertura del programa “Tekoporá” y del programa Adultos Mayores.
Desafíos actuales
La situación epidemiológica actual revela un incesante aumento de casos de coronavirus en el país, ante el cual el Gobierno intento restringir la movilidad de las personas hacia el interior del territorio nacional durante las fiestas de fin de año, pero terminó desistiendo.
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) anunció que la vacuna estará disponible en nuestro país hacia el segundo trimestre del 2021, mientras que la nueva cepa detectada en el Reino Unido genera preocupación al interior de la ciudadanía.
El ministro de Hacienda, Óscar Llamosas, reconoció semanas atrás que de desatarse un rebrote de COVID-19 en Paraguay, un nuevo endeudamiento será el único camino para enfrentar sus efectos económicos.