Lima, 23 feb (EFE).- Perú registró en 2020 un déficit fiscal equivalente al 8,9 % de su producto interno bruto (PIB), el peor resultado desde finales de la década de 1980, durante el primer Gobierno del expresidente Alan García (1985-1990), según informó este viernes el ministro de Economía y Finanzas, Waldo Mendoza.
«La situación fiscal fue mal el año pasado, tuvimos un déficit fiscal de casi 9 puntos del PIB, parecido al que teníamos a fines de los ochenta», detalló Mendoza durante una videoconferencia con la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú (APEP).
El repunte del déficit fiscal vino lastrado por el impacto de la pandemia, que aumentó los gastos públicos y derrumbó los ingresos fiscales por la caída de la actividad económica.
Como consecuencia, la deuda pública del país saltó del 26,8 % del PIB en 2019 al 35 % en 2020, un porcentaje que se espera que siga subiendo este año (36,4 %) hasta alcanzar un pico entre 2022 y 2023 (37 %).
CRECIMIENTO DEL 10 % EN 2021
El ministro de Economía y Finanzas estimó que el déficit público rondará el 4,8 % del PIB en 2021, cuando se prevé que la actividad económica del país suba alrededor del 10 %, por delante de la mayoría de países de América Latina, como Chile (5,8 %), Colombia (4,6 %), Argentina (4,5 %), México (4,3 %) y Brasil (3,6 %).
En Perú, «la recuperación macroeconómica ha sido felizmente rápida», aseveró Mendoza, quien recordó que la economía del país, que se desplomó un 11,2 % en 2020, sufrió un profundo bache en abril (-40 %) pero cerró ya diciembre con un resultado positivo (0,51 %).
En este sentido, Mendoza destacó el «buen contexto externo» de la economía peruana, que en los últimos meses experimentó una elevación de los términos de intercambio y registró «picos históricos» en los precios de los dos principales productos de exportación, el oro y el cobre.
Ese comportamiento de la recuperación rápida, según el ministro, «se mantendrá en los siguientes meses», impulsado por sectores como la construcción, además de la inversión privada, que se prevé que registre un crecimiento del 17 % en 2021.
Tras caer un 70 % en el segundo trimestre del año pasado, la inversión privada en Perú subió un 8 % en los últimos tres meses de 2020, una cifra que, de acuerdo con el ministro, ratifica que el país «sigue siendo interesante y atractivo para los inversores del mundo».
OBJETIVO: VACUNAS
Mendoza insistió en que, durante la segunda ola de contagios de covid-19, el Gobierno transitorio del presidente interino Francisco Sagasti centró su presupuesto al servicio de la salud para «combatir la pandemia, comprar las vacunas y todo lo que sea necesario para aliviar a la población peruana».
«Estamos abocados a conseguir las vacunas y a hacer que la población no sufra mucho de las políticas de confinamiento», dijo el ministro, quien no quiso detallar el monto destinado a la adquisición de vacunas, pero defendió que es «imposible ponerle restricciones» a este «elemento importantísimo para la salud y la economía» del país.
En ese sentido, el titular de la cartera de Economía y Finanzas espera que «hacia la mitad del año, una parte importante de la población sea vacunada» para «empezar con una reactivación (económica) más vigorosa».
MEDIDAS PARA LA SEGUNDA OLA
A fin de paliar los impactos de la segunda ola de coronavirus, Mendoza recordó que el Gobierno creó en forma de bonos, apoyo alimentario y ayudas tributarias, varias medidas de soporte a las familias más vulnerables, que viven en zonas donde ese segundo confinamiento, más flexible y más focalizado que el primero, está siendo «estricto».
Además, anunció que se postergó el pago de tributo a las empresas y se creó un nuevo programa con hasta 2.000 millones de soles (540 millones de dólares) en garantías del Gobierno para nuevos créditos de capital de trabajo con plazos de pago de hasta tres años.
Mendoza añadió que el Ejecutivo también viene trabajando con el Banco Central de Reserva (BCR) para «reprogramar» Reactiva Perú, un programa «inmenso que se aplicó el año pasado» y cuyo monto de garantías alcanzó los 60.000 millones de soles (16.200 millones de dólares), equivalentes al 8 % del PIB.
Con ese programa, junto a otro llamado FAE mype, el ministerio pretende replanificar créditos por dos años para empresas que inviertan en «grandes» proyectos de infraestructura, como la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez, de Lima, y la construcción de los puertos de Chancay y Salaverry, entre otros.