El Banco Central del Paraguay (BCP) publicó las últimas cifras de su informe de Indicadores Financieros, correspondientes al mes de noviembre. El reporte da cuenta de que la reversión en la política monetaria de la banca matriz ya comienza a dar sus primeros resultados con las subas de tasas de interés, y el costo del crédito se ubicó en una media del 12,3%, ya muy cerca del promedio anual del 12,35%.
Sin embargo, es importante mencionar que, hasta el momento, esta situación no ha desalentado al mercado de créditos, que se sigue expandiendo al mismo ritmo tanto en guaraníes como en dólares. En este contexto, los préstamos en moneda local tuvieron una expansión interanual del 13,5%, mientras que los préstamos en moneda extranjera siguieron creciendo a un ritmo del 7,2%.
A nivel general, el promedio de la cartera -sumando dólares y guaraníes- tuvo un crecimiento del 11,5% sin tener en cuenta el efecto cambiario; mientras que la tasa de crecimiento interanual se reduce a 9,57% al tener en cuenta dicha variable.
En términos mensuales, el crédito en guaraníes registró en noviembre una expansión del 1% con respecto al mes anterior, mientras que el crédito en dólares creció 0,9% según este cálculo.
En lo que respecta al orden de importancia en cuanto a la participación sobre el total de los tipos de préstamos, el más preponderante en noviembre fue el sector de consumo, que acapara el 20%. Por su parte, los préstamos para comercio al por mayor llegaron al 13%; los de ganadería, al 10%; y los de comercio al por menor ocuparon cerca del 8% de los créditos totales.
Al ser consultado sobre este tema, Miguel Mora, economista jefe de la banca matriz, apuntó que de hecho todavía se ve espacio para la expansión del crédito. Afirmó que, con la inflación contenida y con la economía en ritmo de recuperación, los préstamos probablemente continúen con buena dinámica, en una proporción adecuada con las expectativas de crecimiento económico del país.
“Recordemos que el crédito es procíclico: en la medida que le vaya bien a la economía y las percepciones de riesgo se reduzcan, el crédito continuará. Uno de los mayores factores de la incertidumbre era la inflación, que ya se comenzó a reducir. Lo que hemos visto es que la inflación estaba explicada por alimentos y combustibles, que se fueron atenuando hacia finales del mes (de diciembre)”, dijo.
Añadió que las expectativas contemplan una inflación del 4,5% para el cierre de este año, con lo que este indicador se ubicaría ya dentro del rango meta de 2% a 6% y cerca del centro de la meta de 4%.
Dijo que estos son factores importantes para el avance de los créditos y es un aliciente para la concesión de préstamos, especialmente pensando en las personas y empresas que demandan este servicio. Esto se suma a la dinámica de la economía, lo que podría garantizar un nivel de créditos en línea con el crecimiento económico proyectado -de 3,7% para este 2022-.
