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4 de diciembre de 2024

Altos precios y menos producción: La escasez de alimentos en el mundo está cada vez más cerca

Organismos internacionales observan una persistente inflación en el sector agrícola, que ronda el 20%, y los niveles históricamente altos aparentemente continuarán hasta fines del 2024

Casi todos los países están soportando un encarecimiento superior al 5% de sus canastas básicas y la situación se agrava en las economías de ingresos bajos.

En algunos países de primer mundo, ya no pueden encontrar sus productos favoritos en los estantes de los supermercados; en marzo de este año, el presidente Joe Biden advirtió sobre esta posibilidad debido a la invasión rusa a Ucrania. 

Esto sucede no solo por la importancia de Ucrania en cuanto a las exportaciones de semillas para el mundo, sino también debido a las sanciones que  se imponen a Rusia y a gran cantidad de países, incluidos los europeos y latinoamericanos.

La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y el World Food Programme emitieron una alerta temprana para las acciones humanitarias en veinte puntos críticos de hambre, según la cual se espera que todo empeore de junio a septiembre del 2022. Esos puntos críticos son Etiopía, Nigeria, Sur de Sudán y Yemen, y se mantiene la alerta por condiciones catastróficas en Afganistán y Somalia. 

El informe de estas organizaciones encuentra que, junto con los conflictos, las crisis climáticas seguirán provocando un hambre aguda en los periodos mencionados. Todo indica que ya hemos entrado en una “nueva realidad” con las sequías, inundaciones, huracanes y ciclones frecuentes y recurrentes que daña nuestras agricultura y provocan desplazamiento, empujando a millones al borde en países de todo el mundo.  

Al 15 de julio de 2022, el índice de precios agrícolas es un 19% más alto en comparación con enero del 2021. Los precios del maíz y el trigo son 15% y 24% más altos en comparación con enero del 2021, mientras el precio del arroz es 11% más bajo. 

La inflación de los precios internos de los alimentos sigue siendo alta en todo el mundo, la información de febrero a junio muestra una alta inflación en casi todos los países de ingresos bajos y medios. 

El 94,1% de los países de ingresos bajos, el 88,9% de los países de ingresos medios bajos y el 87% de los países de ingresos medianos han experimentado niveles de inflación superiores al 5% y muchos de ellos, con dos dígitos de variación. 

El patrón mundial de comercio, producción y consumo de materias primas ha sido alterado desde la guerra en Ucrania, de manera que se mantendrán los precios en niveles históricamente altos hasta fines del 2024, lo que exacerbará la inseguridad alimentaria y la inflación. 

Además, el USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) comenta en su reporte de junio que este año hay un recorte de producción de semillas básicas en comparación con el año pasado: la producción de arroz bajó 0,33%, el trigo disminuyó en 0,72%; la cebada, en 1,55%; el choclo, en 2,49%; la avena, en 10,8% y la soja, en 12,3%. 

Aunque algunos porcentajes no suenen tan mal, a esto debemos agregar las sanciones de exportación de Rusia y la guerra en uno de los graneros de Europa; más los problemas de la cadena de suministros y logística, esto irá a peor. 

La Gran Renuncia también juega un papel muy importante y contundente, con menos trabajadores conformándose con la represión sindical y los bajos salarios, y demostrando cuánto hemos subestimado y mal pagado a los trabajadores que orgullosamente son considerados esenciales para el funcionamiento de las empresas, menos empleados da menos productos y escasez a largo plazo, siendo imposible cubrir las necesidades del mercado actual.

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