La OCAH (Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios) es la secretaría de las Naciones Unidas responsable de reunir a los agentes humanitarios para garantizar respuestas coherentes a las emergencias. Se encarga de realizar reportes semanales sobre los desastres naturales y pobreza en Latinoamérica y el Caribe.
Entre los más recientes reportes de la OCAH se destacan los que se refieren al impacto climático y los riesgos de desastres naturales en la región. Aquí se relata que el 88% de todos los desastres en la región desde el 2020 tuvieron causas meteorológicas; además, el 40% de las muertes registradas están relacionadas con estos desastres, así como el 71% de las pérdidas económicas.
Las distintas subregiones están experimentando climas extremos y cambios climáticos que podrían afectar a la vida y la seguridad alimentaria e hídrica de los pobladores.
Uno de los fenómenos más discutidos y mencionados en los últimos reportes es la sequía, pues se prevé que se dé con mayor frecuencia en la Amazonía, en el noreste del Brasil, Centroamérica, el Caribe y partes de México. Mientras, Chile presenta una de sus peores sequías en trece años, la más larga de la región en el último milenio, también el centro oriental del Paraná-La Plata está sufriendo su peor sequía desde 1944 y las sequías afectaron la producción de cultivos en Bolivia, Brasil y Paraguay, generando pérdidas importantes no solo monetarias, sino también de capacidad de alimentos.
Otro fenómeno climático que estará más presente son los huracanes, en especial en Centroamérica y el Caribe.
Luego tenemos el aumento de la temperatura, con una tasa media de aumento de 0,2 C cada 10 años entre 1991 a 2021. Por esto, los glaciares -un recurso fundamental- siguen perdiendo masa a un nivel de 30-50% de su superficie entre 1990 al 2020; como resultado, el nivel del mar seguirá subiendo a un ritmo rápido, amenazando a lo largo del Atlántico Norte subtropical y la costa Atlántica de Suramérica por debajo del Ecuador con posibles inundaciones en las zonas bajas.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos ajustó los pronósticos para este año en cuanto a la temporada de huracanes que empezó este agosto, el cual ahora proyecta una disminución de la probabilidad de una temporada por encima de lo normal. Se prevén unas 14 a 20 tormentas con nombre, de los cuales 6 a 10 podrían terminar siendo huracanes y entre esos al menos 3 a 5 serían muy importantes. A pesar de la baja en las predicciones de tormentas, no debemos olvidar que hay condiciones climáticas que se mantendrán por todo el año y ya es no cuestión de temporada.
Todos los fenómenos mencionados son especialmente susceptibles a propiciar migraciones y desplazamientos relacionados con el clima, ya que los fenómenos climáticos siguen aumentando y exacerbando los factores socioeconómicos existentes.