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22 de noviembre de 2024

Logros macroeconómicos de Paraguay no son aprovechados para un mayor impacto social, advierte PNUD

Uno de los logros más importantes cosechados por el Paraguay fue mantener una estabilidad macroeconómica, con una inflación inferior al 5% durante la última década.

Sin embargo, esta estabilidad no es suficiente para paliar el impacto de la inflación sobre los alimentos y precios de la canasta básica.

Esto genera un golpe directo en la microeconomía, puntualmente en sectores más vulnerables, según lo que detalla el más reciente informe del PNUD.

En el informe del Índice de Desarrollo Humano elaborado por el Programa de las Naciones para el Desarrollo (PNUD) se expresa que el actual encarecimiento de la canasta básica es superior a la inflación que venía registrando Paraguay durante los últimos años, lo que genera mayor complicación para el país en su búsqueda por la reducción de la pobreza extrema. 

“La estabilidad macroeconómica (bajas tasas de inflación y de endeudamiento, y déficit público controlado) creó un contexto propicio que no fue bien aprovechado para promover un mayor impacto económico y social del crecimiento”, expuso el organismo internacional, en el mencionado informe.

En este gráfico se observa cómo los precios de los alimentos tienen una volatilidad mucho mayor que el global de la canasta básica, en Paraguay

Aún así, la conjunción de variables económicas positivas permitieron que el país pueda escalar en cuanto a las posiciones en las valoraciones del índice de desarrollo humano (IDH). 

En los ultimos años, gracias a la acumulación de indicadores favorables de los componentes del IDH, la esperanza de vida al nacer, el nivel de escolaridad y el ingreso nacional bruto per cápita, con ajustes basados en la capacidad de compra real, el Paraguay cruzó el umbral de los 0,700 y alcanzó una puntuación de 0,702, con lo que ingresó al grupo de países que han alcanzado un nivel de desarrollo humano alto. 

De esta manera ocupa el puesto 118 a nivel mundial, en el orden de países con mejores indicadores. Mucho de esto se explica por el crecimiento económico sostenido que tuvo el país en los últimos años. 

Evolución del PIB

Si bien el PNUD destaca el crecimiento elevado y sostenido de la economía de Paraguay durante los últimos diez años, advierte un desafío importante en la diversificación de su economía, así como en acciones efectivas en cuanto a la reducción de la brecha de la pobreza y pobreza extrema.

PNUD analiza que Paraguay mostró un potencial de crecimiento que incluso llegó a estar por encima del promedio de la región, posterior al año 2014, luego de las campañas agrícolas que fueron beneficiadas por buenos precios de los commodities, así como de la ganadería, lo que permitió un crecimiento del 5% en promedio. 

A pesar de que dicho crecimiento fue superior al promedio latinoamericano, el país no logró avances sostenidos de su posición relativa. En 2017 volvió a quedar por debajo del promedio regional de crecimiento del PIB.

El motor del crecimiento fue básicamente el sector primario, que estuvo concentrando principalmente en la soja, ganadería y, en menor medida, trigo y maíz, pero con efectos en la industria y los servicios. El bajo peso relativo de ese sector en el total del PIB, un 10,6% en 2015 mejora al considerar su rol en la oferta de insumos para los demás sectores.

Desafíos en diversificación

En cuanto a la capacidad de ingresos que tiene Paraguay, se resalta la escasa diversificación productiva que se suma a la concentración de las exportaciones en pocos mercados y productos, lo que hace que la economía sea vulnerable a los impactos externos, como las caídas de los precios internacionales y los cambios de la demanda internacional. 

Los bienes exportados cuentan con un escaso valor agregado, comprenden limitados encadenamientos productivos internos y tienen precios inestables o bajos.

También indica que uno de los obstáculos para acceder a mejores mercados consiste en la dificultad que enfrenta el país para cumplir con las normas de suministro de los compradores externos.

Esa estructura productiva restringe un crecimiento sostenido en el tiempo, capaz de generar condiciones óptimas para la inclusión económica.

Endeudamiento

Según la descripción del informe, el nivel de endeudamiento pasó por tres fases: del año  2000 a 2004, la deuda fue aumentando hasta alcanzar su punto máximo, igual a un 25,6% del PIB. Entre 2005 y 2013 se redujo, y se estabilizó en un nivel cercano a un 10% del PIB, pero a partir de 2014 aumentó a un ritmo mayor que el del PIB y los ingresos tributarios. 

En 2004, la deuda triplicó a los ingresos tributarios, en 2009 fue apenas mayor que las recaudaciones por ingresos tributarios y en 2018 la duplicó.

Empleo

En el período estudiado, más del 85% de los ingresos de los hogares provinieron del trabajo remunerado, lo que evidencia que el mercado laboral tiene una gran relevancia en el bienestar de las familias paraguayas.

Sin embargo, los motores del crecimiento conllevan escasas oportunidades de crear puestos de trabajo de calidad. 

Asimismo, se detalló que las tasas de empleo fueron relativamente altas, aunque se observan diferencias al considerar la situación de grupos poblacionales específicos. En general, las mayores brechas corresponden a las mujeres y la población joven, que presentan tasas que se sitúan por debajo de los promedios nacionales de ambos indicadores.

La tasa de participación laboral, o población económicamente activa (PEA), define al conjunto de personas que ofrecen su fuerza laboral. En Paraguay, la tasa de participación laboral de las mujeres aumentó hasta llegar a su nivel máximo en 2013, año en que sobrepasó la barrera del 70%. A partir de entonces se redujo levemente, y se mantuvo cerca de ese umbral. 

En todo el período analizado, la tasa de participación de los hombres se mantuvo por encima del 90%. Si bien la diferencia entre ambos sexos se redujo, persiste una brecha de más de 20 puntos porcentuales

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