En agosto del 2021, el Banco Central del Paraguay (BCP) inició el proceso de aumento de su tasa de referencia y los ajustes se tornaron más agresivos en el último trimestre de aquel año, con el objetivo de atenuar el avance de la inflación y siguiendo la tendencia de la mayoría de los bancos centrales. Esto se dio luego de reducir la tasa hasta un nivel de 0,75% durante la pandemia y mantenerla en ese nivel desde junio del 2020.
Este mes, la banca matriz decidió cortar las consecutivas subas que vino aplicando a la TPM durante los últimos catorce meses y la dejó en 8,50% anual.
Si bien existen importantes indicios de mejoría en cuanto a la inflación al mes de octubre, ya que logró descender desde el 11,8% registrado en abril hasta 9,3%, aún sigue ubicándose en un rango considerablemente elevado para las proyecciones meta del BCP.
En esa misma línea, es importante mencionar que el BCP tampoco ha logrado anclar las expectativas de los agentes económicos con respecto al horizonte de política monetaria, que sigue por sobre el rango meta de 4%.
En el comunicado que emitió al término de su reunión de este viernes 21 de octubre, el CPM detalló que la inflación mensual en el plano local se situó en -0,1% en septiembre, explicada principalmente por la reducción de la tarifa del servicio de energía eléctrica y de los precios de las frutas y verduras. En contrapartida, se observaron incrementos en los precios de otros bienes y servicios.
La inflación interanual se redujo de 10,5% en agosto a 9,3% en septiembre. Los últimos datos de inflación denotan una moderación más rápida de la prevista en las proyecciones del Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio. Por otro lado, las expectativas de inflación de mediano plazo se han estabilizado en los últimos meses, aunque permanecen ligeramente por encima de la meta.
No obstante, se prevé que, dada la posición de política monetaria contractiva y la desaceleración más acentuada de la inflación en meses recientes, las expectativas de los agentes económicos de igual forma se ajusten gradualmente al 4% en los próximos meses.
Si bien el BCP decidió mantener la TPM en un contexto incierto, anuncia que seguirá monitoreando atentamente el entorno local e internacional y sus implicancias sobre las perspectivas de inflación, a fin de continuar tomando las medidas más oportunas para lograr el cumplimiento de la meta del 4% en el Horizonte de Política Monetaria (dentro de 18 a 24 meses).
Recuperación
En el plano doméstico, el Indicador de Actividad Económica (IMAEP) creció 5,3% interanual en agosto, explicado por los buenos resultados en agricultura, ganadería, electricidad y agua, manufactura y servicios, mientras que la construcción registró nuevamente una caída. Al cierre del mes de agosto, la variación acumulada del IMAEP fue -1,8%, en tanto que el IMAEP sin agricultura y binacionales se expandió 1,6%.
Por su parte, el Estimador Cifras de Negocios (ECN) registró una tasa interanual de 5,8% en agosto, debido al aumento de las ventas de prendas de vestir, vehículos, productos químico-farmacéuticos, mientras que los rubros de combustibles, supermercados y equipamientos del hogar registraron resultados interanuales negativos.
Contexto internacional
En el escenario internacional, las perspectivas de crecimiento económico mundial para 2022 se mantuvieron con respecto al mes anterior, mientras que las del 2023 se redujeron. En cuanto a los commodities, los precios de la soja, el trigo y el maíz se han moderado en las últimas semanas y se destaca la corrección a la baja en los pronósticos del precio del petróleo para 2022 y 2023, agrega el CPM.
En los mercados financieros, se ha vuelto a verificar un incremento en los rendimientos de bonos soberanos de economías avanzadas.
En cuanto a lo regional, los indicadores de actividad de corto plazo han continuado registrando tasas interanuales positivas al mes de agosto. Con ello, las previsiones de crecimiento económico fueron ajustadas al alza para 2022, mientras que para 2023 fueron revisadas a la baja.