El olor a flor de coco, sumado a las luces y adornos por todas partes, da el indicio de que se acerca la mejor época del año, la temporada de Nochebuena y Navidad. Con ella llega otro momento muy esperado, el cobro del aguinaldo, y de replantear las finanzas personales y objetivos de vida.
En Paraguay, esta prestación se paga generalmente en la quincena de diciembre y calcular el importe es muy simple, ya que se deben sumar todas las ganancias del año y dividir entre 12, que corresponde a los meses del año, donde saldría el importe que le corresponde.
Muchas personas estarán pensando en cómo y en qué lo van a gastar. Algunas no tendrán otra opción más que utilizarlo para saldar compromisos, adquirir un bien. Otras lo tomarán para comprar los presentes de Navidad o darse algún capricho. Sea la situación que sea, conviene tener en mente las siguientes seis recomendaciones.
Favio Rodríguez, fundador de la App Controlate y experto en finanzas personales, recomienda utilizar un porcentaje del aguinaldo para pagar las deudas pendientes como pago de préstamos, tarjetas y servicios, para así mantener un buen historial crediticio.
Cabe resaltar que destinar parte del aguinaldo al pago de deudas pendientes puede ser una excelente manera de salir de la red, especialmente si la tasa de interés de la deuda es alta.
Se recomienda que el otro porcentaje del aguinaldo sea destinado a inversiones, algo que pueda dar fruto en un futuro, y así generar una utilidad a largo plazo, mientras que el resto uno lo puede utilizar para darse sus gustitos o gastarlo en algo personal.
Rodríguez señaló que estas decisiones dependen de la situación económica en que cada uno se encuentra, para la utilización del aguinaldo. Por ejemplo, si uno está muy endeudado, lo más recomendable es que el mayor porcentaje del aguinaldo sea destinado al pago de estas obligaciones, ya sea para adelantar las cuotas, o si están atrasados también.
“Si uno está muy endeudado, destina el 80% en su deuda para ponerse al día. Si uno no está endeudado, que uno lo pueda invertir de una manera correcta y, por último, que también pueda disfrutar de ese aguinaldo tan esperado».
Favio Rodríguez, experto en finanzas personales
En el caso de las personas que se encuentren con cero deudas, el experto consideró que pueden invertir cierta cantidad de su aguinaldo. «Es muy recomendable que puedan comenzar a invertir en algún bono, en algún Certificado de Depósito de Ahorro en Guaraníes (CDA), destinar un porcentaje de su ganancia a la inversión, para que pueda hacer crecer su capital», indicó.
El truco del 30-40-30
Además, señaló que uno los trucos principales es realizar la regla del 30-40-30, es decir, que el 30% del aguinaldo se destine a pago de deudas, mientras que el 40% vaya a inversión y el 30% restante se utilice en gustos personas, como también en regalos o cosas que uno necesite o quiera comprarse.
Asimismo, indicó que el ingreso como el aguinaldo es un impulso para empezar un plan de ahorro ya sea a corto, mediano o largo plazo, dependiendo del objetivo que se desee lograr, por lo que recomienda ahorrar un porcentaje de este ingreso y fijarse una meta realista para los próximos 12 meses.
Lo más probable es que haya grandes compras en el futuro como un automóvil, estudios de posgrado o las próximas vacaciones. Usar el dinero extra para comenzar a ahorrar es una excelente idea. Para este objetivo, una herramienta muy útil es la aplicación móvil de Finanzas Personales “Controlate”, en donde se puede registrar los gastos para saber dónde se fue a parar tu dinero, recordó Rodríguez.
Otra de las opciones que facilita la aplicación es que se puede llevar el control de deudas y tarjetas de crédito, para así poder ver la capacidad de pago con que uno cuenta, y con los reportes que ofrece la App, uno pueda tomar mejores decisiones y así cumplir las metas financieras.
Distinguir entre necesidades y deseos
Por último, Rodríguez indicó que la temporada de Navidad y Año Nuevo son fechas señaladas para el consumo. Cada espacio comercial despliega una serie de estrategias para convertir las compras aspiracionales en necesidades con el objetivo de que las personas tomen decisiones en base a los sentidos y experiencias en lugar de pensar lógica y racionalmente.
Esta poderosa invitación al consumo se puede contener sabiendo si lo que se va a adquirir es realmente necesario o solo se desea aprovechar una promoción. Comprender la diferencia entre estas dos palabras y reconocerlas en el día a día harán que los hábitos financieros mejoren notablemente.