Datos del Instituto Nacional de Cooperativismo (Incoop) reportan una retracción en cuanto a los excedentes al mes de octubre, de un 26%, a causa de los impactos en entidades con gran participación en los volúmenes del sistema y una baja colocación de créditos.
Hasta el mes de octubre, las entidades solidarias presentaron un valor de G. 206.627 millones en lo que respecta a los excedentes, lo que representa una disminución del 26% con relación a lo observado en el mismo periodo pero del año pasado.
En esta línea, se dieron a conocer que los activos de estas entidades al décimo mes del año pasado sumaron unos G. 22 billones, con una desaceleración a 4% en el ritmo de crecimiento interanual, a partir de los niveles de 11% a 8,3% en que se venían expandiendo antes de la pandemia, y a causa de las intervenciones que tuvo que realizar el Incoop para garantizar la estabilidad del sector.
En este contexto, Pedro Lobelin, presidente del Incoop, había mencionado que desde la institución se encargaron de intervenir y fiscalizar las cooperativas San Cristóbal y Capiatá, que habían presentado controles irregulares e indicios de lavado de dinero, con depósitos sin respaldo y morosidad elevada.
“Realizamos fiscalizaciones puntuales, pero luego pasamos a hacer controles integrales, y las cooperativas tuvieron un impacto en los meses de marzo, abril, donde se tuvieron extracciones fuertes de ahorros, recién en junio y julio comenzó a regularse las carteras de ahorro y las colocaciones de créditos” sostuvo.
Dicha situación hizo que muchos socios de las cooperativas decidieran retirar sus ahorros de las entidades. Aun así, la cartera de depósitos al décimo mes aumentó en 1,1%, al sumar G. 15,3 billones.
En este contexto, agregó que la morosidad fue uno de los principales problemas que afectó a las cooperativas en el año 2022, que pudo estar explicado por distintas razones como el contexto macroeconómico y principalmente la sequía, para el caso de las cooperativas de producción, entre otros factores.
La morosidad de las cooperativas aún sigue por encima del 8%, prácticamente al triple del nivel en que se encuentra este indicador en el sistema bancario.
Además de eso, mencionó que la cartera de créditos recién comenzó a crecer a partir del mes de julio, luego de haber registrado un estancamiento en los primeros meses del año, situación que generó un exceso de liquidez para las cooperativas.
Sin embargo, dicho comportamiento se fortaleció y se mantuvo en los siguientes meses. Al mes de octubre, las cooperativas registraron un aumento interanual del 8,2% en su cartera de créditos, la cual sumó G. 17 billones.
Logros, a pesar de las dificultades
Si bien el sector padeció momentos complicados con la mencionada intervención de la cooperativa San Cristóbal y la fiscalización de la cooperativa Capiatá, otras entidades como la Cooperativa Universitaria vivieron un año más auspicioso.
La presidenta de la Cooperativa Universitaria, Cynthia Páez, mencionó que la dinámica del 2022 fue buena para la entidad principalmente en depósitos y créditos. Detalló que durante el año mantuvieron sus tasas en rangos atractivos para los ahorristas, con el objetivo de incentivar de la misma manera durante el 2023.
“Fue un año de cambios para Universitaria, donde entramos a una nueva era con una nueva identidad. Alcanzamos un crecimiento de más del 15,2% en la cartera de créditos. La cartera de tarjetas creció 11,4% en el 2022, lo que nos mantuvo en segundo lugar en el mercado de tarjetas de crédito dentro del sistema financiero nacional”, señaló.
Por otro lado, mencionó que lograron un crecimiento de membresía con más de 10 mil personas como socios nuevos, lo que también contribuyó en mejores márgenes de excedentes que superan el 10% de lo presupuestado para noviembre y representan Gs. 20 mil millones más que lo realizado a noviembre del 2021.
En cuanto al desempeño de colocaciones de créditos, dieron a conocer que han acumulado un valor de G. 1,6 billones, con un promedio mensual de G.147 mil millones.
“Queremos una identidad más fresca, ecológica, buscábamos una diferenciación en la categoría sin perder aquellos valores sobre los cuales construimos y aportamos a la rica historia del cooperativismo en el Paraguay, queríamos simplificar nuestro ISO y tomar la denominación que nos daba la gente”, agregó la dirigente cooperativista, entre otros logros que les dejó el 2022
Perspectivas
Desde el Incoop señalaron que las condiciones para este año son más alentadoras, ya que se logró estabilizar al sector, además de contar con una coyuntura económica más favorable desde el punto de vista de la producción.
La entidad reguladora del sector cooperativo estima que los activos del sector cerraron el 2022 con valores positivos y una participación del 74% en préstamos, por encima de lo que se había alcanzado el 2021, que fue del 66%.
Esta institución también prevé mantener la dinámica positiva durante el 2023 y mejorar en términos de colocaciones de créditos y captación de depósitos, mientras que para la cooperativa Universitaria el desafío para el 2023 es apostar por relaciones sólidas que traspasen el ámbito comercial, de manera a fidelizar a los clientes de la entidad.
“El principal propósito es estar acorde al mundo actual y las exigencias que esto conlleva.
Para Universitaria es vital formar relaciones sólidas, solventes y que vayan más allá de lo comercial, ser de esos aliados que ayudan a llegar más lejos”, sostuvo.
“La innovación toma un papel protagónico en nuestra estrategia de negocio, el cual pretende optimizar los recursos, los procesos, rediseñar los productos y servicios, volvernos más competitivos, adaptados a la realidad actual, a las necesidades de los usuarios, lo que conlleva al desarrollo de unidades más eficientes y ágiles, ubicando siempre al socio como el centro de todas las operaciones”, aseveró Páez.