El contexto de las elecciones presidenciales es un factor que ya tuvo implicancias en el funcionamiento de la administración central pública. El Presupuesto General de la Nación (PGN) 2023 tuvo un aumento de USD 25 millones respecto a lo que había presentado el Ministerio de Hacienda inicialmente, los cuales irán a gastos corrientes, es decir, a pagos de salarios de funcionarios.
El impacto de estas condiciones desafía al plan de mantener un equilibrio saludable en la administración del Estado, en un momento en que Hacienda busca volver a un déficit fiscal acorde a la Ley de Responsabilidad Fiscal.
El ministro de Hacienda, Óscar Llamosas, conversó con MarketData sobre estos temas y señaló al contexto político como un proceso que genera presiones que se reflejan en el aumento en el presupuesto estatal. Asegura que, en lo que fue el 2022, la cartera fiscal logró alcanzar la meta de convergencia del 3% de déficit respecto al producto interno bruto (PIB), al cierre de diciembre.
El Poder Ejecutivo aprobó a inicios del año el Plan de Gastos del PGN 2023, que asciende a un total de G. 105,3 billones (alrededor de USD 14.844 millones), y está acorde con el límite máximo del déficit fiscal de la Administración Central del 2,3% del PIB solicitado.
Según Hacienda, esto permitirá sostener las inversiones, fortalecer los programas sociales tradicionales para seguir asistiendo a la población vulnerable y apuntalar la reactivación económica del país, continuando con las obras públicas ya iniciadas.
– ¿Cuánto incide el contexto político en cuanto al aumento del Presupuesto General de gastos?
Más allá de que este realmente es un año especial, porque es un año político, en un año electoral es donde siempre se generan mayores presiones en torno a las discusiones del presupuesto y de otras leyes que son debatidas dentro del Congreso. Hay una cuestión también de que, finalmente, se tiene que tomar decisiones en base a las posibilidades reales que se pueda tener de financiar.
– ¿Cómo piensan cubrir el aumento de USD 25 millones en el presupuesto?
Sabemos que lo primero que tenemos que cubrir son los gastos rígidos y, dentro de ellos, los salarios. Entonces, siempre se ven más afectadas las otras partes del Presupuesto, ya sea financiamiento de compra de alimentos, medicamentos, etcétera, o inversión pública, independientemente de (que sea) un año político y que hay mayores presiones.
El entendimiento que se tiene que tener es que el presupuesto finalmente puede generar esas falsas expectativas, ya que no se van a cumplir el año que viene, pues no se va a disponer de los recursos. Siempre estos años son años especiales y se generan este tipo de presiones y decisiones que finalmente se toman en el Congreso
Los gastos rígidos, temas salariales, jubilaciones, pensiones, servicio de la deuda, son gastos que sí o sí se tienen que realizar; entonces, los afectados van a ser los otros componentes que son principalmente de gastos que hacen al cumplimiento de la misión de las entidades, como temas de salud, comprar medicamentos, compra de insumos, etcétera.
– ¿Cuáles son las estrategias que se plantean a partir de ahora?
Vamos a tener que trabajar de manera muy fina ya en la implementación de ese presupuesto y una de las primeras herramientas que se toman para eso es el plan financiero, donde partimos de las estimaciones del Tesoro. Entonces, de entrada vamos a tener que hacer ese ajuste y ahí ya se va a ver el primer impacto.
– ¿Se mantiene la propuesta del Ejecutivo de no utilizar endeudamiento para pagar salarios?
Eso se mantiene. Lo que sí se amplió, digamos, es el financiamiento de gastos corrientes con endeudamiento, gastos que inicialmente el Ejecutivo había propuesto que se financiaran con impuestos. El Congreso tomó la decisión de liberar esos recursos financiados con impuestos y reasignar recursos de obras de inversiones a financiar esos gastos corrientes y esos recursos de impuestos liberados son los que financian los aumentos salariales. La decisión es no financiar salarios con deuda, pero sí se amplía el monto que va a ser necesario para financiar gastos corrientes con deuda.
Estamos evaluando cada cierto periodo para las decisiones en torno a los impuestos selectivos, por ejemplo, el combustible se evalúa mes a mes. Obviamente, si la coyuntura así lo amerita, vamos a seguir tomando esa decisión de reasignar recursos del fisco para poder mitigar esos impactos y así todas las demás medidas tributarias.