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4 de enero de 2025

Economía subterránea: Estas son las zonas problemáticas y factores que dificultan su medición, según el BCP

En Paraguay, algunas organizaciones intentan medir las zonas problemáticas de la economía no observada (ENO), particularmente sobre la producción subterránea y el sector informal. Sin embargo, esta medición es particularmente desafiante, según el BCP, debido a su naturaleza inobservable, lo que lleva a desarrollar métodos directos e indirectos para estimar su tamaño en relación con la economía formal.

Algunas organizaciones intentan realizar estimaciones del impacto de la economía subterránea en el país, basándose en métodos indirectos que son objeto de críticas en la literatura, principalmente por los supuestos que asumen y por las imprecisiones que puede generar en los resultados. 

Además, en algunos estudios, debido a la imprecisión, se mezclan conceptos como economía subterránea, informalidad e ilegalidad lo que genera confusión sobre el objetivo real que se pretende medir. 

En contrapartida, existen algunos estudios como el realizado por la UIP, que aplica estándares del SCN2008 (marco general es el Sistema de Cuentas Nacionales) partiendo de la base que el “sector informal es el subconjunto de empresas de los hogares”, por lo que proporciona un mayor rigor y precisión al valorar la contribución del sector informal a la producción, de acuerdo a un informe del Banco Central del Paraguay (BCP). 

ESTIMACIONES

La banca matriz detalla que en Paraguay, la organización PRO Desarrollo reporta estimaciones de la “economía subterránea” desde el año 2013, basándose en los métodos indirectos, que están sujetos a múltiples críticas debido a los supuestos cuestionables que adoptan. 

En su informe de 2023, estimó que la “economía subterránea” representó el 47,1% del PIB. En el estudio, sin embargo, no se llega a definir con exactitud lo que se intenta medir. Los términos economía subterránea, oculta, ilegal e informal se encuentran mezclados, lo que genera confusión sobre qué se mide y los resultados. 

Por ejemplo, en el documento del año 2023, se expresa que “el crecimiento de la economía subterránea en 2023 estuvo explicado por el incremento de las actividades ilícitas, donde se destaca el aumento del contrabando”. 

El BCP asegura que, con esta oración, el documento no ajusta sus conceptos a los estándares estadísticos internacionales, puesto que la producción subterránea proviene de actividades legales. 

Por tanto, señala que dado que el documento analiza aspectos que tienen relación con la producción ilegal e informal, no queda claro si los resultados son en realidad sobre la economía ilegal o informal o sobre ambas.

Asimismo, a nivel local, la Unión Industrial Paraguaya (UIP), en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), aplicó estándares del Sistema de Cuentas Nacionales (SCN2008) para medir la contribución del sector informal al PIB. 

Este método, al basarse en registros administrativos y datos de empleo, proporciona mayor rigor y precisión al valorar la contribución del sector informal a la producción, además de excluir componentes no pertinentes, como los ingresos mixtos formales. 

Por ende, el BCP considera que las estimaciones de PRO Desarrollo reportan una economía subterránea que representa casi la mitad del PIB y muestra una tendencia creciente. Por su parte, en la estimación de la UIP, la economía informal es del 20,5% del PIB, pero con una tendencia a la baja en los últimos años. 

Así, la banca matriz asegura que esta última, es una tendencia “más coherente” con el comportamiento de la presión tributaria en Paraguay, que viene aumentando en los últimos años. 

También, señala que esta disparidad resalta una “alta sensibilidad” de los resultados a los supuestos adoptados por las distintas metodologías, así como la importancia de incorporar los avances metodológicos más recientes en la medición de la economía subterránea. 

El BCP también recomienda que al utilizar el PIB para contrastar o relativizar los resultados de estimaciones sobre la economía subterránea o la economía informal, se requiere de una comprensión básica del marco central de cuentas nacionales, para garantizar que las medidas sean definidas correctamente y comparables. 

ZONAS PROBLEMÁTICAS 

Para comprender mejor los conceptos de economía subterránea y economía informal, se requiere de un marco general en el que se definan y comparen los diferentes aspectos con precisión. 

En nuestro país, este marco general es el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN2008) que, de acuerdo con la Banca Matriz, sirve como referencia válida y estándar internacional para la medición de las estadísticas relacionadas a la economía y lograr así, exhaustividad para no omitir ningún tipo de actividad dentro de la frontera de producción de las cuentas nacionales. 

Para lograr la exhaustividad, un aspecto importante a tener en cuenta en el ámbito de las cuentas nacionales es la cobertura de actividades económicas que tienden a ser omitidas. Estos grupos se denominan “zonas problemáticas” de la economía no observada (ENO), y consta de cuatro subcomponentes: 

– Producción subterránea: actividades productivas y legales, pero que se ocultan deliberadamente a las autoridades para evitar pagar impuestos o cumplir con ciertas normativas; 

– Producción ilegal: actividades productivas que generan bienes y servicios prohibidos por la ley o que son ilegales cuando son ejercidas por productores que no tienen autorización; 

– Producción del sector informal: actividades productivas ejercidas por empresas no constituidas en sociedades, que pertenecen a los hogares, que no están registradas y/o son inferiores a un determinado tamaño en términos de personal y que tienen una producción de mercado; 

– Producción de los hogares para su uso final propio: actividades productivas que se traducen en un consumo o en una acumulación de bienes y servicios de los hogares que las producen. 

FACTORES QUE DIFICULTAN LA MEDICIÓN

A la fecha, las estadísticas de las cuentas nacionales del Banco Central del Paraguay (BCP), incorporan a la “ENO” de forma agregada como lo recomienda el marco general del SCN2008, con el objetivo prioritario de mejorar la exhaustividad de las estimaciones del PIB, asegurando la cobertura de cada una de las zonas problemáticas de manera general. 

La medición de estas zonas problemáticas de la ENO, es compleja debido a su naturaleza inobservable, lo que lleva al desarrollo de métodos directos e indirectos para estimar su tamaño. 

Los métodos directos, como encuestas a empresas y auditorías de empleo, enfrentan dificultades considerando que los encuestados tienden a “subdeclarar” informaciones por temor a sanciones. En contraste, los indirectos se basan en indicadores macroeconómicos para estimar el tamaño de la economía no observada. 

Entre ellos se encuentra el enfoque monetario, de insumos físicos y el del mercado laboral. Cada uno proporciona una perspectiva única, pero también recibe críticas respecto de sus supuestos subyacentes y posibles inexactitudes. El enfoque monetario, desarrollado por Tanzi (1983), relaciona la demanda de efectivo con los niveles de impuestos. 

La premisa subyacente es que, a medida que aumentan las cargas fiscales, también aumenta la demanda de efectivo para facilitar transacciones no declaradas. Sin embargo, este método también enfrenta críticas. 

Muchas transacciones en la economía no observada no involucran efectivo, especialmente a medida que los métodos de pago tecnológicos evolucionan, lo que complica la precisión de usar la demanda de dinero como un proxy para la actividad económica no observada. 

Por su parte, el enfoque de insumos físicos estima el tamaño de la economía no observada basado en las discrepancias en el consumo de electricidad en relación con el crecimiento del PIB.

Este enfoque asume que la demanda de energía tiene una elasticidad unitaria respecto al PIB, lo que significa que cualquier aumento en el consumo de electricidad más allá de lo esperado en función del crecimiento del PIB observado se atribuye a actividades económicas no registradas. 

De acuerdo con el BCP, los críticos argumentan que esta suposición podría no ser realista. Además, es considerada excesivamente simplista, ya que no todas las actividades de la economía no observada dependen en gran medida de la electricidad. 

Asimismo, las mejoras en la eficiencia energética complican la relación entre el uso de electricidad y el crecimiento económico, lo que potencialmente distorsiona las estimaciones de la economía no observada. 

Por su parte, el enfoque del mercado laboral analiza la proporción de empleo e ingresos informales en relación con el sector formal. Aunque este método se aplica en diversos contextos, no está exento de críticas. La medición se complica por la dificultad de estimar las productividades relativas de los sectores formal e informal. 

Por ejemplo, al usar la proporción de empleos informales sobre empleo total como medida de economía subterránea se presupone idénticos niveles de productividad en ambos sectores, lo que puede llevar a sobrestimar el tamaño de la economía subterránea en términos de PIB.