Por Alma Silvero
Anualmente los gobiernos deben realizar un reajuste en el salario mínimo de manera a contrarrestar la pérdida de poder adquisitivo que se produce como efecto de la inflación. Considerando que, el aumento generalizado en el nivel de los precios puede tener efectos en la reducción del consumo privado es necesario reajustar el salario de la población con menores ingresos para reducir esa brecha entre el nivel de consumo y sus ingresos promedio.
Los criterios que suelen utilizarse para la determinación del salario mínimo según recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se pueden agrupar en cuatro categorías:
- Las necesidades de los trabajadores y sus familias
- La capacidad de pago por parte de las empresas
- La evolución de los salarios y de los ingresos de otros grupos de la economía y,
- Los requerimientos del desarrollo económico.
El criterio dominante varía de acuerdo con cada tipo de economía, pero generalmente el objetivo común es el de proteger a los grupos de asalariados que enfrentan condiciones más desfavorables en el mercado de trabajo debido por ejemplo a la baja cualificación de manera que, en ausencia de regulaciones podrían recibir remuneraciones inaceptablemente bajas.
Más allá de los criterios que podrían adoptarse para la determinación del salario mínimo los distintos regímenes y leyes suelen diferir en los mecanismos de ajuste. Uno de los más utilizados es el ajuste por inflación, aunque varían en la periodicidad y el grado de variación de acuerdo con la evolución de las tasas inflacionarias.
En Paraguay se cuenta con el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que se basa en una canasta básica que busca reflejar aquellos productos que son consumidos en general por las familias y se cuenta compilados los precios de más 450 artículos entre los que se encuentran alimentos, productos y servicios clasificados en 12 agrupaciones derivando así en la recolección de 14.440 precios aproximadamente.
Es decir, el cálculo del IPC contribuye al acceso a la información de la población acerca de las variaciones de precios de los productos indispensables en el presupuesto familiar. Se considera que el 80% de los gastos familiares están representados en la canasta básica medida por el Banco Central dentro del departamento Central.
De igual forma el debate entre las autoridades y los sindicatos de empleo se encuentra en torno al hecho de que estos últimos consideran que el cálculo del IPC debería ser reajustado con una actualización de la metodología de cálculo del IPC considerando que la reducción del poder adquisitivo debido a la inflación se encuentra en torno al 15% en los últimos veinte años.
Por ese motivo el Banco Central tiene como proyecto la actualización de los componentes de la canasta básica para el cálculo del IPC y se estima que dicha actualización se termine para el año 2027.
Desde el año 2018 el salario mínimo se ha reajustado en 4,7% en promedio y desde dicho año la ley N° 5764/18 realiza la modificación del artículo N°255 de la Ley 213/93 y derogación del artículo N°256 del Código de Trabajo se establece la periodicidad de su reajuste del salario mínimo teniendo en cuenta la variación interanual del índice de precios al consumidor.
Se puede observar que, entre los años 2018 y 2023 se llevaron a cabo un total de cinco reajustes alcanzando un valor de G. 639.250. En dicho periodo, el mayor reajuste se dio en el año 2022 que alcanzó 11,4% considerando el incremento acumulado de 8,1% en el nivel de inflación de dicho periodo.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para el año 2022 el total de asalariados excluyendo a los trabajadores domésticos asciende a 1.758.831 personas, de las cuales el 36,5% aproximadamente percibe un salario inferior al mínimo. Mientras que, el 33,5% percibe entre 1SM y 1,5 SM; de este último tramo saldrían los beneficiarios directos del reajuste realizado anualmente.
Aquellos que perciben menos de un salario mínimo serían los principales afectados dentro de la categoría de asalariados privados que, sin duda son parte de la población laboral informal.
Según datos del INE el salario mínimo en Paraguay representa el 85% del ingreso promedio general para el año 2022, es decir de toda la población ocupada, por lo que se considera con un salario relativamente elevado y esto a su vez es tenido en cuenta en el reajuste y su efecto en todos los grupos de asalariados y de la actividad económica en general.
Actualmente se espera una nueva actualización del salario mínimo considerando el nivel acumulado de la inflación percibida desde mayo del 2023 contra mayo del 2024 y se espera que el incremento se encuentre en torno al 4,0% dependiendo de la inflación registrada al quinto mes del año.
A su vez se considera la cantidad de la población beneficiada con el reajuste. El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS) estima que sería el 14% de la población asalariada lo cual equivale a 280.000 trabajadores aproximadamente. A su vez, de los trabajadores con salarios inferiores al mínimo que perciben salarios por hora y jornada se espera que el 37% salgan beneficiados con dicho reajuste.
Referencias:
Anexo estadístico – Banco Central del Paraguay (BCP)
Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Encuesta Permanente de Hogares Continua. 2016-2022
Ministerio de trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS).
