No pagar la deuda al Fondo Monetario Internacional (FMI) no solo hará aumentar el riesgo país, sino también se tendrán consecuencias económicas que el país no pagador no podrá frenar.
Uno de los puntos básicos con el FMI, a la hora de contraer deudas, es el cumplimiento de obligaciones por parte de los estados ante sus acreedores, ya que esto les beneficia tanto en su credibilidad externa como en su prosperidad económica.
Entrar en default es una de las consecuencias. Esto se produce cuando un país soberano entra en una situación de no pago de manera prolongada, lo cual no da una buena imagen del país para los tenedores de títulos de deuda soberana.
Un ejemplo es Perú: cuando decidió no pagar, le costó varios años de aislamiento para volver al mercado voluntario de deuda y acceder a líneas de asistencia con el Banco Mundial para la infraestructura pública y gastos sociales.
El no pago también lleva a que las agencias de calificación de deudas soberanas -como Moody´s, Standard & Poor´s y Fitch- bajen la nota crediticia del país a nivel de bono basura, al considerar al país como alto riesgo de no pago. Esto imposibilita el acceso al mercado internacional de deuda y se restringe al mínimo a las empresas del sector privado.
Se debe tener en cuenta que el endurecimiento de las condiciones de financiación para varios países es clave, ya que es uno de los pilares centrales para financiar proyectos de inversión de largo plazo que generan ingresos futuros.
Para que se llegue a todas estas consecuencias, existe un proceso por el cual el FMI trabaja en conjunto con el país deudor:
- En los primeros días de atraso, el staff del organismo se comunica de forma inmediata y urgente con el país para requerir el pago, y no se le permitirá el uso de recursos del fondo hasta que se levante el retraso.
- En las siguientes semanas, se comunicarían con el ministro de Economía del país deudor para advertir la seriedad del no pago.
- Al mes de impago, el/la director/a general en ese momento debería comunicar el impago a los miembros del organismo. En este caso, los países con mayor peso son Estados Unidos, Japón, China, Alemania, Francia y Reino Unido.
- A los dos meses de impago, se eleva una queja formal y el país afectado deja de recibir cualquier asistencia, incluida la del combate a la pobreza, hasta cancelar el vencimiento.
- A los seis, nueve y doce meses, el Directorio revisa la situación del país para determinar si está realizando esfuerzos para considerar su situación; en el caso de que no, se declara su “no elegibilidad” para recibir asistencias.
- A los quince meses, se declara la “no asistencia” del país en cuestión y, entonces, se prohíbe la asistencia técnica.
- A los 18 meses, se suspende su derecho al voto y representación.
- A los 24 meses se iniciaría un proceso de expulsión.
Además, es de esperarse una presión sobre las reservas internacionales, inestabilidad en el tipo de cambio, mayores restricciones y controles al acceso de divisas para pagos e importaciones, caída de la demanda de dinero, aumento del costo de capitales y paralización de inversiones.
Los efectos de no pago no tardarían en materializarse en la economía real; por lo tanto, con todo lo mencionado, nunca será una opción no pagar una deuda pendiente con el Fondo Monetario Internacional.