La entidad paraguaya sin fines de lucro Pro Desarrollo, realizó una nueva presentación de su informe de economía subterránea. En el mismo, se apunta que durante el 2022 se movieron unos USD 22.019 millones en el mercado informal de Paraguay, cifra que representa el 45,9% del PIB. Cabe apuntar que el año anterior el número había alcanzado los USD 21.211 millones.
Según se explica en el mismo informe, el concepto de la economía subterránea engloba a las actividades económicas que se llevan a cabo fuera de la regulación gubernamental y sin el pago de impuestos correspondientes. Estas actividades pueden ser legales o ilegales, pero se llevan a cabo de forma oculta para evitar la detección por parte de las autoridades.
Esto significa que, existen actividades lícitas que están dentro de la economía subterránea, como por ejemplo la comercialización de productos sin la declaración de impuestos correspondientes. Por otro lado, y de una manera más clara en el concepto, se encuentran aquellas actividades ilícitas como el ingreso de contrabando por las fronteras del país.
Hugo Royg, economista y referente de Pro Desarrollo, apuntó durante la presentación que durante las últimas investigaciones pudieron detectar que genuinamente existe voluntad de formalización por parte de muchos comerciantes y cuentapropistas que actualmente trabajan sin declarar. Sin embargo, se han detectado varias barreras que dificultan la concreción masiva de dicha voluntad.
Refirió que el desempleo es uno de los principales factores que colabora con la informalidad, ya que cuando una persona pierde su trabajo generalmente recurre a actividades temporales para esperar a conseguir uno nuevo. Estas actividades son generalmente en el ámbito de la informalidad y estas personas suelen considerar que no merece la pena migrar al campo de la formalidad por sus costos.
“La pérdida de empleo es un elemento que alienta la informalidad porque hace que la persona a lo largo de su vida pase por diferentes situaciones y cuando le cuesta conseguir un empleo recurre a emprendimientos temporales. Así, van saltando de actividad, entrando y saliendo de la formalidad, realizando distintas tareas que son temporales mientras no consiguen un empleo”, explicó.
A esto añadió que los shocks externos a la economía son especialmente duros con las personas que se desempeñan en la informalidad, al no contar con una protección social que les pueda ser útil en esos momentos. De vuelta, esto se encuentra relacionado al desempeño como un factor de preponderancia entre los impedimentos hacia la formalización en el Paraguay.
Recordó que, en la actualidad el Instituto de Previsión Social (IPS) tiene una política en la cual si una persona está dentro de los contactos de protección de un asegurado, como familiares cercanos o pareja, ingresa al RUC, deja de tener dicho beneficio. Este, fue también uno de los elementos identificados por la investigación realizada recientemente.
“Hay mucha gente que por no perder la protección, permanece en la informalidad”, dijo al momento de agregar que las labores de cuidado también son un elemento a tener en cuenta. Así, pudieron detectar muchas personas que por tener la necesidad de quedarse en el hogar para cuidar a menores de edad o a algún familiar, recurre a emprendimientos informales desde ese lugar para subsistir.
Otro factor determinante para el estudio fue el de la falta de conocimiento existente, tanto de las ventajas que puede suponer la formalización, así como de las maneras de ingresar a la misma. Durante la presentación del documento, se destacó que incluso hubo personas que no conocían cuáles eran los regímenes a los que se podían acoger para evitar trámites más burocráticos.
Voluntad de formalización
Mediante una encuesta realizada aproximadamente 500 personas relacionadas a la economía subterránea en Asunción y sus alrededores, el informe detectó que existe voluntad por parte de muchas personas para formalizarse, a pesar de las barreras que lo impiden. En muchos casos, esto tiene que ver con la falta de acceso a la financiación en el mercado regulado.
En consecuencia, estos trabajadores y comerciantes informales deben recurrir a tasas de usura, que llegan hasta el 100% por día, inclusive, según se explicó en la presentación. La mencionada encuesta revela que el 42% de los cuentapropistas depende de prestamistas en este ámbito, mientras que el 28% de los asalariados informales también.
Políticas públicas
Hugo Royg hizo hincapié en que mediante políticas públicas efectivas y bien aplicadas se puede llegar a paliar este problema en el país. Con esto, destacó que bajar algunos puntos la economía subterránea traería grandes beneficios a la sociedad en su conjunto, como por ejemplo la posibilidad de reducir el déficit fiscal mediante la mayor recaudación de impuestos.
“Se necesita un trabajo integrado del sector público y sector privado para lograr un verdadero proceso de Inclusión Financiera con acciones coordinadas. La ley de inclusión financiera debe basarse en evidencia que demuestren las necesidades reales y desde PRODesarrollo llevamos adelante el Programa Existo desde donde pudimos identificar las situaciones reales de informalidad y la brecha de la inclusión financiera”, se apunta en el informe.
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Algunas de las propuestas de políticas públicas realizadas por Pro Desarrollo en este ámbito tienen que ver con el ajuste al sistema del Resimple, con la eliminación de gestiones con presencialidad y la eliminación de facturas impresas, por los costos de tiempo y dinero que esto representa para los trabajadores que dependen del día a día en sus ingresos.
Royg también explicó que sería importante generar incentivos fiscales a las empresas para la creación de empleo formal con capacitación propia o a mano de obra especializada.